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El coronavirus pone al arte contemporáneo contra las cuerdas

El sector ve con suma preocupación una situación que califica de “gravísima” y lamenta que desde el Ministerio de Cultura y Deporte no hayan contestado a los informes remitidos
Juan Carlos HidalgoEFE

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El sector del arte contemporáneo está con el agua al cuello. Las pérdidas ocasionadas por el coronavirus se multiplican cada día que pasa y así lo han hecho constar en un informe remitido esta tarde por la Mesa Sectorial de Arte Contemporáneo, en el que se adjetiva la situación que viven como “gravísima” y denuncian “una situación de parálisis por la cancelación de la mayor parte de su actividad profesional" al cancelarse de manera abrupta “exposiciones en galerías, museos y centros de arte, y en los espacios culturales de embajadas y centros Cervantes, tanto a nivel nacional, como internacional, así como cursos, talleres y otras actividades culturales”.
La situación de paralización también ha afectado a “la venta directa de obras de arte, los encargos, los trabajos de restauración y conservación, la producción editorial, las sesiones de fotografía, los viajes artísticos y culturales especializados, etc. Además, muchos profesionales han visto interrumpidos o cancelados sus proyectos de creación, comisariado o investigación, fuera de su lugar de residencia, en su mayoría dependientes de encargos y subvenciones públicas, y también de fondos privados, perdiendo todos sus ingresos partiendo de una situación ya de por sí de una gran precariedad”.
La Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo es una plataforma que integra a las principales asociaciones profesionales de ámbito estatal del sector del arte contemporáneo: Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE), Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo, Federación Estatal de Asociaciones de Gestores Culturales (FEAGC), Instituto de Arte Contemporáneo (IAC), Mujeres en las Artes Visuales (MAV) y Unión de Artistas Contemporáneos de España (Unión_AC).
Lo duro llega al colocar los datos sobre la mesa, pues para el 67,7% las pérdidas en términos económicos se sitúan entre los 20.000 y 50.000 euros, pero existe un grupo del 21,6% para quienes éstas superan los 50.000, formado en su mayoría, un 52,2% por las galerías de arte, seguido por un 34,8% de gestores culturales. Según las personas personas encuestadas sobre la actual coyuntura un 94,6% consideran que esta situación de crisis puede tener consecuencias graves más allá del medio plazo en su actividad profesional y en el sector.
Las galerías de arte refieren pérdidas medias estimadas en un 51,36% y hablan de la situación como de un “tsunami para el mercado del arte contemporáneo español”. Muchas contemplan la posibilidad de llegar a reducir personal y verse obligadas a realizar despidos si no se consensúan medidas que ayuden a paliar la situación en las próximas semanas. En cuanto al colectivo de los artistas el 87’9% ha sufrido pérdidas de más de 500 euros en este último mes (en la mayoría de los casos éste es su único ingreso) y en caso puntuales se ha llegado a superar los 50.000.
El informe asegura que “estos datos muestran cómo en muy poco tiempo las pérdidas han sido muy cuantiosas, lo que prevé un notable crecimiento durante las próximas semanas y, sobre todo, dificultades para la recuperación de las personas afectadas a medio y largo plazo”. Una situación que empeora en el caso de las mujeres, “más perjudicadas por las situaciones de desigualdad, las peores condiciones laborales y el extra que suponen los cuidados familiares”.
Desde la Sectorial aseguran, como así confirmó este diario con otras instituciones de arte contemporáneo, que se envió al Ministerio un informe sobre el impacto del coronavirus tan pronto nos lo solicitaron, aunque a partir de ahí no ha habido respuesta. Isidro López-Aparicio, representante de la Unión de Artistas dentro de la Sectorial, insiste en la fragilidad de un sector que “como el resto de sectores del arte, esta ahora parado y al que le va a ser muy difícil levantarse si no se toman medidas. Ahora no tenemos ni siquiera la posibilidad internacional porque el resto del mundo está igual. No podemos asistir a ferias o montar exposiciones fuera porque todo está parado. El arte está bloqueado”, señala y advierte de que “aunque las galerías estén cerradas siguen generando costes porque hay que pagar el local, la luz, el teléfono, a los empleados”.
Uno de los problemas que señala es “la confusión que se genera al hablar de la cultura. No podemos competir, por ejemplo, con la visibilidad que tiene el cine. Las artes visuales son las menos reconocidas y el olvido es enorme. Necesitamos un apoyo económico real, con inversión económica y un compromiso de futuro”, aunque son conscientes de que al titular de Cultura y Deportes esta situación le ha pillado casi recién aterrizado: “Quizá no conocen el sector como deberían pero estamos seguros de que se pondrá en contacto con nosotros”.
Medidas concretas para volver a respirar
¿Qué medidas plantean para paliar este “tsunami”? De tres tipos: fiscales, que no se recorten los presupuestos destinados a los centros de arte, así como la creación de un fondo de apoyo al sector siguiendo los ejemplos en Europa de Alemania y Francia. Dentro del primer bloque de medidas para impedir “el colapso de un sector especialmente vulnerable” integrado en su mayoría por autónomos y pymes piden la suspensión de las cuotas de autónomos y adaptar la fiscalidad a la urgencia de la situación; bonificaciones en las cuotas de seguridad social de trabajadores asalariados; acceso a ayudas a fondo perdido y a créditos blandos; regular el 1,5% cultural para encargos de arte contemporáneo; subvención a los pagos de alquileres de los estudios de artistas; garantizar las liquidaciones de los pagos pendientes por parte de las instituciones; ayudas a las publicaciones de arte y revistas digitales; desarrollar políticas de compensación de gastos ocasionados por las anulaciones de los encargos, con un pago total o parcial de cualquier actividad comprometida y/o anunciada públicamente, incluso aunque el trámite administrativo de contratación no hubiese finalizado; ayudas para arrancar de nuevo las exposiciones y proyectos congelados de las galerías".

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