Diez cucharadas de Jarabe de Palo

Tras el fallecimiento de Pau Donés, el músico catalán deja atrás un buen número de canciones que tuvieron una enorme repercusión en España por su combinación de sencillez y mensaje.

Fue, como ha contado muchas veces Donés, un tema que pasó sin pena ni gloria hasta que fue incluido en un anuncio televisivo. Cuenta una historia de amor real vivida en Cuba por él mismo y se convirtió en un “tsunami” comercial. Vendió 2 millones de copias y hoy lleva 127 millones de reproducciones en You Tube.

En el primer disco de Jarabe de Palo, el primero ignorado “La Flaca”, estaba también el que fue el segundo gran éxito del grupo, “Grita”, un tema en medio tiempo, de mensaje vitalista con el mensaje: “que la vida es un sueño”.

Con la marca del rock latino de sus primeros tiempos, esta canción es también una historia de amor fracasada, muy en la línea de “La Flaca”, de crónica sentimental en un país caribeño.

Tras el arrollador éxito de “La flaca”, Jarabe de palo tenían el reto de confirmar que eran algo más que una canción de verano. Dos años después, publicaban “Depende”, otra canción buenrrollista que invitaba a tomarse la vida con tranquilidad, a relativizar, en el lenguaje actual.

A falta de un éxito en el que se suponía que era el disco de la confirmación, Pau Donés tuvo dos. Esta canción, sobre una relación imposible, se convirtió en otro de los clásicos de la banda para siempre. “Soy muy enamoradizo”, decía su autor que tuvo, por lo menos, veintiséis novias.

En el siguiente disco, “De vuelta y vuelta”, Pau Donés se permitió esta colaboración con el rapero italiano Jovanotti. Una canción con la que no repetían fórmula en lo musical, pero que mantenía la escencia de textos sencillos pero con una vuelta filosófica.

Otra de las canciones narrativas y románticas del sello del artista catalán. Aires de blues latino y de amores malogrados que Donés hizo tan bien. Casi como si de un bolero se tratase, la canta un hombre que se ha equivocado unas cuantas veces.

Con menos vitalismo del que nos tenía acostumbrados, el catalán le cantaba a esos días grises que todos tenemos y que, simplemente, no se pueden evitar. Y uno espera y espera a la primavera... en vano, generalmente.

Esta canción, crónica de un estado vital precario y de una aceptación serena de lo inevitable, es una declaración de valentía y de serenidad que Pau Donés escribió, como él ha confesado, “cagado de miedo”. “Sin miedo y sin fe” es como afrontó la vida mientras se aferraba a ella.

Quedará como su testamento musical. Una canción en la esencia de su espíritu y de su humanidad. Un mensaje para los que se quedan y que estuvieron a su lado. Una prueba de su lucha hasta el último aliento.