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Literatura

Historia

Galdós y la Girona que los independentistas no quieren que se recuerde

Anna Grau traduce al catalán "Gerona”, el Episodio Nacional que habla del asedio de la ciudad del ejército napoleónico y que demostró que “allí no había independentistas y fachas, sino sólo españoles”

El Gran día de Gerona. (19 septiembre de 1809). Óleo de César Álvarez Dumont. Museo del Prado
El Gran día de Gerona. (19 septiembre de 1809). Óleo de César Álvarez Dumont. Museo del PradoCésar Álvarez DumontLa Razón

El pasado 6 de diciembre, día de la Constitución, la periodista y escritora Anna Grau estaba en Girona junto a otros miembros de Societat Civil Catalana (SCC) repartiendo ejemplares de la Constitución Española en formato bilingüe catalán/castellano. Era un día festivo y agradable, y aún así las autoridades tuvieron que cortar las calles no fuese que “los de siempre”, los independentistas radicales, quisiesen boicotear la acción. La jornada, en todo caso, transcurrió sin incidentes y cuando se despedía de todo el mundo pensó que, aprovechando que este año se conmemora el centenario de la muerte Galdós, hubiese estado bien repartir junto a la Constitución un ejemplar de “Gerona”, uno de los Episodios Nacionales del escritor canario.

“Deberíamos traducir al catalán la novela”, dijo Grau, casi como un pensamiento en voz alta y desde SCC decidieron apoyar la iniciativa. El proyecto había nacido de una incomodidad, la que ahora enfrenta a parte de la población catalana, algo que no existía en 1809. En “Gerona” se describe el asedio de las tropas napoleónicas a la ciudad y cómo todos sus habitantes, pensaran lo que pensaran, resistieron codo con codo durante siente meses hasta que el hambre obligó a la rendición. “Y allí no había ni catalanes ni españoles, sólo patriotas luchando contra el invasor, desmontando muchas de las tesis del independentismo”, asegura Grau en declaraciones a LA RAZÓN.

Así nacía un proyecto con espíritu integrador que busca desenmascarar a todos aquellos que quieren justificar sus derivas independentistas en una fuerte raiz histórica de enfrentamientos entre catalanes y españoles. “Cuando lo volví a leer, vi que era más pertinente que nunca. En realidad me da igual si se lee en catalán o en español, pero en tiempos como los que corren ahora en Cataluña es importante que la gente lo lea”, comenta la periodista. El libro contiene notas al pie que ponen en contexto los hechos y desarrolla paralelismos con la situación que vivimos hoy día en Cataluña. “Yo nací en Girona, pero me fui a los dos años, y no conocía con detalle esta historia, una revolución de la gente de a pie que desafían la pasividad de los gobernantes y deciden enfrentarse por su cuenta contra el ejército más poderoso de aquel momento”, afirma Grau.

El pueblo llano

El libro es el número siete de la primer serie de los Episodios Nacionales y nos lleva a la segunda mitad del 1809 cuando una Girona mal fortificada, con 5.000 personas, 1 por cada cinco hombres del ejército francés, consigue resistir. Al frente de esta rebelión está Mariano Álvarez de Castro, que ya tuvo que rendir el castillo de Montjuïc y que se ha propuesto defender Girona hasta las últimas consecuencias. “El pueblo llano, ni independentistas ni fachas, sino todos, saldrán a defender lo que es suyo, en un episodio que al independentismo le está muy bien que no se sepa”, afirma la autora.

La traducción comenzó, pero pronto llegó la irrupción del Coronavirus, la crisis sanitaria y el confinamiento de todo el mundo en sus casas. “Uno de los personajes de la novela es médico y cada día, cuando salíamos a aplaudir a los profesionales sanitarios, yo sentía que le rendíamos también un pequeño homenaje”, señala Grau, que asegura que también se pueden encontrar muchos paralelismos en la novela con la crisis del coronavirus, al ser Girona una ciudad asediada durante meses, sin que nadie pudiese salir. No fue un trabajo fácil, puesto que el nombre Galdós impone. La obsesión de Grau fue capturar la esencia del escritor, pero en una traducción moderna y fluida, donde el catalán no fuera difícil y demasiado recargado. “Tenía en mente la voz de mi abuela, que era de Arbúcies, y esa fue la clave para encontrar el tono adecuado para la novela”, reconoce Grau, quien asegura que Galdós es: “Un autor que admiro mucho, en muchos sentidos apabullantemente moderno, con una capacidad de profundizar en la psicología de los personajes que es del todo admirable”.

El libro lo ha publicado la editorial Hildy, que dirige Sergio Fidalgo, “que está haciendo una especie de biblioteca de la resistencia contra el independentismo, como yo la llamo” comenta Grau. Cuenta con un prólogo de Andrea Levy en castellano y un epílogo en catalán del periodista Albert Soler, que se ha convertido, con humor, en el azote de las derivas independentistas. Además, la cubierta ha sido obra del artista Lluís Ventós. Lo que le hace más feliz a la autora es que desde las instancias independentistas ya se han puesto a criticar esta traducción, “lo que me hace ver que tendré un Twitter movido”. “Este es un libro que te levanta la autoestima como catalana y española. Que alguien de Girona no conozca esta historia debería ser tan extraño como un madrileño que no conociese el 2 de mayo. Así que si conseguimos con esto que se lea un poco más a Galdós, yo estaré satisfecha”, concluye.

Invitación a Puigdemont

Hace unos días, Anna Grau fue invitada a participar en el “Faqs”, un programa de debate de actualidad que emite la televisión autonómica catalana los sábados por la noche. Allí estaba como entrevistado Enric Millo, el ex delegado del Gobierno del PP en Cataluña, al que la periodista regaló un ejemplar de “Girona”. En ese mismo instante aprovechó para invitar a Carles Puigdemont, antiguo alcalde de Girona, a asistir a la presentación del libro en su ciudad, que fue el pasado 26 de junio a las siete de la tarde en la Casa de la Cultura de Girona. Puigdemont, lamentablemente, no asistió. “El libro simplemente demuestra que las divisiones que intentan introducir en Cataluña los independentistas no tienen base histórica”, concluye Grau