“El hijo del chófer”: Alfons Quintà, el periodista que chantajeó a Josep Pla
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A finales de 2016, un otrora influyente periodista que llegó a ostentar importantes cargos y hábil gestor cultural se suicidaba tras haber asesinado a su esposa. Era Alfons Quintà y su vida, de tan trágico desenlace, es minuciosamente abordada en un libro apasionante: «El hijo del chófer», de Jordi Amat (Barcelona, 1978). Filólogo, crítico literario, historiador cultural y autor de ensayos como «Largo proceso, amargo sueño. Cultura y política en la Cataluña contemporánea», publica ahora esta obra, clave para una mejor comprensión de las relaciones entre periodismo, política, economía y literatura en la época de la Transición.
Todo comienza con la figura de Josep Quintà, padre del protagonista, quien como chófer y secretario oficioso de Josep Pla se integrará en un grupo intelectual de postguerra que, encabezado por el historiador Jaume Vicens Vives, tantearía las posibilidades políticas del exiliado Josep Tarradellas. Un adolescente Alfons conocerá esta iniciativa y, contrariado con su padre por su negativa a autorizarle para unas gestiones administrativas, llegará a chantajear a Pla en una escalofriante carta que aquí se reproduce, y donde, para que interceda ante su progenitor, le amenaza con denunciarle. Años después, ya periodista, sería el primero en dejar constancia por escrito de algo que se había rumoreado insistentemente: la condición de espía franquista de Pla durante la Guerra Civil.
A la sombra de los poderosos
Confianzas traicionadas, vengativas asechanzas y arribistas manejos conformarán la personalidad de quien forjó, desde su juventud, un despiadado resquemor hacia cuanto o quien le pudiera perjudicar. Se deja constancia en el volumen de la perspicaz oportunidad con la que el personaje logró estar, con decisiva influencia, en las bambalinas del «pujolismo» y, con el trasfondo del conflicto de Banca Catalana, en el proyecto de TV3. Más allá de la semblanza de Quintà (orgulloso, taimado, antipático y violento), destacan aquí los perfiles de época, como el que se traza sobre las inquietudes civiles de una intelectualidad catalana bajo el franquismo: «Es un diálogo de posguerra que refunda una cultura», se lee. Con un estilo seco y tajante, pero ameno y riguroso, fluye una sobrecogedora historia que relata las perniciosas complicidades entre política, cultura y periodismo cuando responden a siniestros intereses. Un libro de imprescindible lectura.
▲ Lo mejor
El tono de suspense, de envolvente trama, que excede lo estrictamente biográfico
▼ Lo peor
Nada destacable como tal en una historia de un carácter tan sumamente absorbente
Jesús Ferrer