“Mariposas amarillas y los señores dictadores”: escribir en Latinoamérica; dictadores y narcotráfico
★★★★☆
La historia de un país suele ser contada, de manera objetiva, por los historiadores, que corroboran datos, rastrean fechas y ordenan cronológicamente los hechos que ocurrieron en el pasado y moldean, de alguna forma, el presente. Pero de la otra historia, de la total, de aquella que no queda guardada en los estantes de una biblioteca sino que permanece en la memoria de su pueblo y de su gente se ocupa, de mejor manera, la literatura. Mucho más si se trata de la literatura de un continente colonizado y con más de quinientos años de historia.
En «Mariposas amarillas y los señores dictadores», la especialista en literatura alemana Michi Strausfeld traza la historia de Latinoamérica. A partir de ciertos temas que han marcado el devenir de su literatura (desde la llegada de Colón hasta la búsqueda de El Dorado; desde los primeros cronistas de Indias hasta los autores que formaron el tan manido «boom»), entremezcla historia y ficción, al tiempo que incluye breves semblanzas de los autores más importantes, como Vargas Llosa, Juan Rulfo, Juan Carlos Onetti o García Márquez.
Una historia de violencia
Como bien señala Strausfeld, narrar la historia de América Latina nunca fue una tarea fácil. Las primeras noticias que se tuvieron del Nuevo Mundo fueron contadas por los primeros cronistas, que llegaron a las Indias como conquistadores o como acompañantes y, la mayoría de las veces, recurrieron a una imagen idealizada del Nuevo Mundo. Una imagen que, señala, enseguida puso en contraste Bartolomé de las Casas y que luego, con los años, fagocitó la leyenda negra.
En todo caso, la autora acepta ese desafío porque sabe, como dijo el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, que en América Latina la historia es el sustrato de la literatura. Una literatura que comienza con los primeros cronistas de Indias y que acaba, o que perdura y continúa, con nuevos temas, como son la violencia o las drogas. Una literatura en la que cual sus autores se enfrentaron a su historia y afrontaron, a la vez, sus obligaciones culturales y políticas.
En ese sentido, el libro se centra sobre todo en la literatura de los últimos cien años, pues durante el siglo XX aparecieron profusamente novelas que resumen cinco siglos de historia. Una señal, afirma Strausfeld, de que se trata de una literatura que no solo refleja la historia del continente sino otra cosa: que esta no puede ser contada si no se recurre, también, a su literatura.
▲ Lo mejor
El resumen bastante completo que ofrece de la historia de América Latina a partir de 1492
▼ Lo peor
La lectura de la literatura de aquella zona, más centrada en el «boom» y el mercado
Diego Gándara