Sección patrocinada por sección patrocinada

Ciudades del mundo

Agua y música, las dos caras de Hamburgo

El ingeniero Miguel Aguiló publica un nuevo tomo de la serie que el Grupo ACS dedica a las ciudades del mundo: esta vez, la ciudad más emblemática e importante del comercio marítimo europeo

La Filarmónica del Elba, en Hamburgo, está construida sobre un almacén
La Filarmónica del Elba, en Hamburgo, está construida sobre un almacénACSACS

No se trata de elegir entre puerto y ciudad, sino que Hamburgo es un lugar único en el mundo gracias a la simbiosis total que hay entre ambas partes. Para Miguel Aguiló, ingeniero de Caminos, catedrático de Arte y Estética de Ingeniería Civil y director de Política Estratégica de ACS, la ciudad y el puerto de Hamburgo «son lo mismo». «Los, primero, mercaderes, luego comerciantes y luego empresarios, desde la propia fundación de la ciudad se dedicaron al tráfico de mercancías por mar con todo el mundo», explica a LA RAZÓN, «esa dedicación se trasladó a la ciudad de una manera completamente simbiótica, pues la gracia de Hamburgo es ese carácter de urbe marítima, comercial». Y esa relación entre el sabor marino y la vida urbanita es la que ha reflejado Aguiló en «La construcción del puerto y ciudad de Hamburgo», un nuevo ejemplar de la serie que ACS dedica a la arquitectura de diferentes y emblemáticas ciudades del mundo.

Explica el ingeniero que, de la misma manera que los comerciantes de Hamburgo trabajaban en el mar por la mañana para más tarde disfrutar de la ciudad, «las casas también tienen dos caras». «La trasera daba al canal, donde las mercancías se subían y bajaban directamente desde las barcazas, y la delantera a la calle, donde estaba la vida urbana, los ciudadanos y restaurantes. El trabajo, por un lado, y la vida social, por otro». No obstante, una ciudad debe adaptarse a los avances sociales, y el caso de Hamburgo es ejemplar. Cuando las mercancías empezaron a ir en barcos de contenedores muy grande, «ya no podían ir por los canales». Por ello, el puerto nuevo se alejó de la ciudad, y la vida urbana se trasladó al antiguo. «Así se ha construido uno de los barrios más logrados de Europa en cuanto a recuperación portuaria», asegura Aguiló, «esos muelles antiguos se han dejado como estaban, no han cambiado sus recovecos, dársenas, rampas o barandillas, sino que se han recuperado para asuntos cívicos, culturales o empresariales».

«Es un lugar único»

Donde más se nota este respeto por lo antiguo es en la música, «porque Hamburgo es una ciudad que siempre ha hecho mucho caso a sus artistas», dice Aguiló. De hecho, la primera ópera que tuvo la ciudad la financió un naviero. Ahora, destaca en su paisaje la Filarmónica del Elba, un fantástico edificio «que se erigió encima de un almacén». «Ese detalle de colocar la ópera encima de un depósito denota el respeto que tienen en esa ciudad por el respeto, han sabido conservar lo conservable y a traer unos usos más actuales y muy bien hechos». E insiste: «Es algo único». Por tanto, uno de los mayores éxitos en cuanto a la construcción portuaria y urbana de Hamburgo es la de su incesante renovación. Pero hay otro aspecto que hacen de esta ciudad Alemana un enclave admirable: durante la Segunda Guerra Mundial, «la ciudad se destruyó absolutamente por los bombardeos aliados, pero consiguieron ponerla en pie de nuevo».

«La proporción de bombas que cayó en Hamburgo frente al resto de Europa es absolutamente demencial», dice Aguiló, «y no tanto por cargarse el puerto, sino por llevar el desaliento a los ciudadanos, machacándolos con que iban a perder la guerra». Por tanto, la catástrofe que sufrió Hamburgo durante la gran contienda no incidió en lugares de interés estratégico y militar, «sino en la intención de hacer la vida imposible a los ciudadanos». Pero esto tuvo, afortunadamente, un efecto adverso. Asegura el experto que los ciudadanos que sobrevivieron, al igual que respetaron el agua y la música, «se recuperaron, renovaron y reconstruyeron la ciudad con más ánimo que nunca. Y eso hoy en día se nota». Hamburgo es, por tanto, y tal y como reflejan los análisis y fotografías de «La construcción del puerto y ciudad de Hamburgo», un lugar tan bello como admirable. Eso explica que haya conseguido ser la primera ciudad de PIB en Alemania y la segunda en población, «es de lo más importante del país y tienen el puerto más valioso de Europa del norte», concluye.

La construcción de Madrid a San Francisco

La mirada de Aguiló sobre la construcción del mundo actual es extensa y va más allá de las fronteras alemanas. En la serie que publica con ACS, el ingeniero también ha arrojado luz sobre la construcción de Toronto (aparecido en 2019), San Francisco (2018), Londres (2017), Sidney (2016), Berlín (2015), el Nueva York moderno (2014) y la actual Madrid, en donde el hombre contemporáneo delimita y ocupa áreas, las parcela y comunica con calles y plazas.