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La tecnología recupera el rostro perdido del primer amor de Modigliani

A través de inteligencia artificial o rayos X, se ha descubierto que la obra “Retrato de una niña” la pintó el artista sobre otra en la que aparecía Beatrice Hastings
Tate Photography

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Cada artista, con sus gustos y obsesiones, es un mundo. Si a alguno la locura y el miedo le llevaron a cambiar los retratos reales por otros infernales, a otro le pareció representativo un reloj derretido o, quién sabe, puede que prefiriera hacer varios cuadros de girasoles, cada uno diferente y espectacular en sí mismo. Cada pintor plasma lo que le viene en gana, de la misma manera que puede hacer con sus pinturas lo que le parezca. Pues, al fin y al cabo, la maestría de un artista ya no reside en el concepto de su obra, sino más bien en su técnica y la historia que la envuelve. Así, podemos perdonar a Amedeo Modigliani por querer borrar de una pintura a su ex amante: fue decisión propia, por cualquier motivo, pero no fue suficiente como para pasar desapercibida de la tecnología.
El “Retrato de una niña” (1917) de Modigliani (1884-1920) se conserva en la colección permanente de la Tate Gallery de Londres. En 2018, un análisis arrojó luz sobre algo curioso de dicho cuadro: una radiografía mostró que había otro retrato escondido debajo del principal, pero de una niña diferente. Ante esto, los expertos no dejaron pasar la oportunidad de descubrir de qué se trataba y, a través de inteligencia artificial, rayos X e impresión 3D para recrear la pintura, con pinceladas texturizadas y a todo color, se ha recuperado ese retrato “perdido”.
Al principio del estudio, informa “The Guardian”, los rayos revelaron contornos fantasmales de una figura de cuerpo entero, lo que llevó a Nancy Ireson, la entonces conservadora del museo, a sugerir que fuera un retrato de Beatrice Hastings, amante de Modigliani. “Podría haberla pintado” después de haber terminado su relación de dos años en 1916, explicó la experta.
Ahora, desde el University College de Londres han utilizado dichos rayos X y el análisis de la obra de Modigliani para crear algoritmos que permitan estudiar las capas inferiores de las obras, aquellas que no se ven y así poder revelar el retrato “secreto” de esta obra en particular. El proyecto viene de la mano de una mayor ambición: a través de la empresa Oxia Plus, los expertos Anthony Bourached, neurocientífico, y George Cann, físico, buscan redescubrir más pinturas ocultas en lienzos que fueron reutilizados.
“Hay potencialmente miles de obras que están ocultas debajo de capas de pintura”, asegura Cann, seguro de que este proyecto podría cambiar nuestra visión sobre el arte, “en los próximos años podremos iluminar esta galería oscura”, añade.

Un amor tormentoso

Así, Modigliani ha sido el primero en ser descubierto, convirtiéndose su pasado amoroso ya no en un secreto, sino en una verdad a voces que se escondía tras el inocente retrato de una niña. Su ex amante, Hastings, fue una escritora y periodista cinco años mayor que él, que enfermó terminalmente y en 1943 se quitó la vida. Fue el primer amor serio de Modigliani, con quien compartió pasión por la lectura y la poesía. No obstante, discutían bastante, bebían y su relación se volvió tormentosa. Un año después de separarse, el pintor se casó con Jeann Hébuterne, con quien estuvo hasta el final de sus días.
“Estaban atados intelectualmente. Ella era muy inteligente”, asegura Kenneth Wayne, experto en Modigliani, sobre Hastings y el artista. “Estuvieron juntos entre 1914 y 1916, años exactos en que él desarrolló su característico estilo artístico, con caras y cuellos alargados.

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