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Hallan a la primera víctima de la peste negra: un cazador de hace 5.000 años

Se ha identificado la variante más antigua de Yersinia pestis, bacteria que provocó la mayor pandemia de peste de la historia de Europa
Dominik Göldner BGAEU
  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

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A mediados del siglo XIV, entre 1346 y 1347, tuvo lugar la mayor pandemia de peste de la historia de Europa. La enfermedad asoló el mundo, siendo un enemigo desconocido, inesperado, del que se ignoraba tanto su origen como su terapia. Fue la peste negra, la de las siniestras máscaras de pico, la que no distinguía entre ricos y pobres y la que acabó con entre 80 y 200 millones de vidas entre Eurasia y África del Norte, aunque es difícil conocer el número exacto. Ahora, se ha producido un hallazgo histórico, pues acaban de identificar a la que fue la primera víctima de esta pandemia... mucho antes de la época medieval.
Un equipo de científicos alemanes y de otros centros europeos ha descubierto la variante más antigua de la Yersinia pestis, bacteria que provocó la peste negra, en los restos óseos de un cazador- recolector. El descubrimiento se ha producido en Letonia, en el yacimiento de Rinnukalns, y se estima que estos huesos tienen 5.000 años. Ante esto, “los análisis de la cepa que identificamos muestran que la Yersinia pestis evolucionó antes de lo que se pensaba”, explica a la AFP Ben Krause-Kyora, director del Laboratorio de ADN de la Universidad de Kiel, en Alemania.
Así, los expertos, al comparar la variante de estos restos con otras, se dieron cuenta de que fue parte de una secuencia que surgió hace unos 7.000 años, durante principios del Neolítico, aproximadamente. “Lo más sorprendente es que hemos podido retrasar 2.000 años la aparición de Yersinia pestis en relación con lo que sugerían varios estudios publicados anteriormente”, explica Krause-Kyora a través de la revista especializada donde han publicado el estudio, “Cell Reports”.
Por tanto, este hombre murió por la misma causa que la peste negra, aunque pudo tratarse de una variante de la bacteria menos infecciosa y letal, según los investigadores. A la bacteria le faltan genes clave, como uno que le posibilitó propagarse a través de las pulgas, lo cual significa que la cepa antigua era menos contagiosa que la que asoló durante la Edad Media.
El cazador-recolector protagonista de este hallazgo, según los expertos, era un hombre de entre 20 y 30 años, y se le ha bautizado como “RV 2039″. Y no se acaba de descubrir su localización, sino que fue hallado en 1875 junto con los restos de una mujer de entre 12 y 18 años. Ambos cuerpos fueron sometidos a un estudio, pero hasta 2011 no se ha vuelto a retomar. Asimismo, también se encontraron a un hombre adulto y a un niño, siendo los 4 cadáveres relacionados con la recolección y la caza.
El descubrimiento de los indicios de peste fue “realmente una sorpresa”, confiesa el experto, y explica que ocurrió mientras su equipo secuenciaba los dientes y huesos para determinar si realmente estaban relacionados. La evidencia de Yersinia pestis se halló en el torrente sanguíneo de RV 2039 y los expertos creen que podría haberse contagiado a través de la mordedura de un roedor.
“Estamos muy interesados en futuras investigaciones sobre cómo estas enfermedades infecciosas tempranas influyeron en nuestro sistema inmunológico actual”, concluye Krause-Kyora.