“Grand Hotel Europa”: ¿Hay mejor ciudad que Venecia para reflejar la decadente Europa?
★★★★☆
Por Sagrario FERNÁNDEZ-PRIETO
Con un aire entre lo «kitsch» y lo más psicodélico, el botones de hotel de lujo franquea la entrada a la lectura desde la espléndida portada del libro de Ilja Leonard Pfeijffer (Países Bajos, 1968). El protagonista es un escritor de guías de turismo que acaba de pasar por una dolorosa ruptura sentimental y, claro, qué mejor lugar para recuperarse que la hermosa y decadente ciudad de Venecia, donde además estuvo con Clío, su amor perdido, de modo que el deseo de poner orden en sus recuerdos parece más bien el trance no exento de masoquismo que suelen atravesar los amantes abandonados.
Pero la elección no puede ser mejor, el hotel está lleno de personajes interesantes dispuestos a contar su vida, el comedor o el vestíbulo son lugares en los que relacionarse fácilmente porque tanto el amable botones como los huéspedes están abiertos a la charla y son dueños de unos pasados lo suficientemente interesantes y curiosos. No solo eso, poseen un lenguaje culto y expresivo con el que tratan temas variados, como la política europea, el problema migratorio o el neoliberalismo. La historia del amor perdido funciona como una especie de argamasa entre el resto de las historias y el lector nunca pierde de vista a esa mujer, una hermosa italiana ardiente y un tanto frívola.
El morboso niño ardiente
El trabajo del protagonista le convierte, en esta amena lectura, en un hombre de gran cultura y algunas de sus mejores páginas están dedicadas a Virgilio, Dante, Petrarca, Caravaggio y Thomas Mann; de hecho, «La montaña mágica» es un referente habitual en la obra de Pfeiffer.
El autor, que también protagoniza la historia que va narrando, consigue que veamos fácilmente a Europa en decadencia y usurpada en esta ciudad y en este hotel, en su demacración absoluta, en la falta de acción de sus huéspedes que solo miran al pasado, en su resignación y pasividad ante un presente de costas a las que arriban personas sin ningún interés por este viejo continente y lo que buscan es precisamente un futuro que dependerá de magnates pertenecientes a otras culturas, otrora lejanas y exóticas y ahora instaladas en el día a día. Elegir la famosa y turística ciudad que se hunde poco a poco parece un recurso fácil, pero, ciertamente, el escenario es idóneo para reflexionar sobre las humedades imposibles de atajar y el reuma que trae consigo, una enfermedad que dificulta el movimiento.
▲ Lo mejor
El apabullante bagaje cultural del autor, que llena el libro de referencias interesantes
▼ Lo peor
Hace viajar al lector del presente al pasado mientras le fuerza a reflexionar sobre el futuro de Europa