“Crónicas desde el país de la gente más feliz de la tierra”: una sátira macabra sobre el tráfico de órganos en África
★★★★☆
Por Diego Gándara
Es una sátira, pero una macabra con trasfondo político. La tercera novela del nigeriano Wole Soyinka, el primer escritor africano en recibir el Nobel (1986) y autor de una obra tan vasta que incluye ensayos, teatro, poesía y memorias, hunde sus raíces, como en las dos novelas anteriores («Los intérpretes», 1964, y «La estación del caos», 1972), en la propia historia de su país lejos de todo folclorismo y cualquier color local, pero con una mirada que trasciende las fronteras y abarca el mundo actual.
Así, en una Nigeria imaginaria pero que se parece mucho a la de hoy, Soyinka traza las coordenadas de una historia que, con una prosa candente y torrencial, se despliega a través de una serie de tramas encadenadas las unas a las otras formando un abanico amplio de personajes y de situaciones, de escenas y diálogos que, al tiempo que enriquecen la historia, bordean su punto central: el tráfico de órganos para ser usados en rituales funerarios. Sostenido por la creencia popular de que los órganos humanos tienen propiedades mágicas y que conducen al éxito empresarial y político, Soyinka compone esta sátira a partir de un hecho concreto: el robo de cadáveres y órganos de un hospital cuyo director es un médico incorrompible, el doctor Menka, quien, advertido por el hecho, habla con un viejo amigo de la época universitaria, un hombre de la clase alta nigeriana y que está a punto de ocupar un puesto en las Naciones Unidos y mudarse a Nueva York.
Caricatura del poder
¿Quién está detrás de un negocio tan siniestro y macabro y llenándose los bolsillos de dinero?, parece ser la pregunta que se desprende a lo largo de la novela. Y la respuesta, en el fondo, es que todos. O ninguno. Porque tras el robo de órganos se encuentra un líder religioso sin escrúpulos que se ha hecho a sí mismo y al que siguen miles de personas porque ofrece espiritualidad, y otro hombre, hipócrita, ambicioso, una caricatura misma del poder pero un eslabón más dentro de una sociedad secreta y oscura que maneja los hilos del país. La obra, así, puede ser leída de muchas maneras: como una sátira macabra y política, como una historia de corrupción y engaños, o como un libro de misterio y de crímenes sin resolver. En cualquier caso, una cosa está clara: la tercera novela del escritor africano es una obra mayor, una suerte de alegato contra las locuras y las miserías de la clase dominante de su país.
▲ Lo mejor
El tono de sátira pesimista y que refleja muy bien la sociedad de un país africano del siglo XXI
▼ Lo peor
Que la trama, por momentos, resulta demasiado compleja y difícil de seguir