“Lugar seguro”: Isaac Rosa, entre tramposos emprendedores
El autor andaluz vuelve a los estantes de las librerías con una obra, «Lugar seguro», que se ha llevado el Premio Biblioteca Breve
★★★★☆
Por Jesús Ferrer
La narrativa de Isaac Rosa (Sevilla, 1974) se inscribe en un característico realismo social marcado por el compromiso civil y la reivindicación ética. Tramas y personajes al servicio de justas aspiraciones colectivas conforman una literatura solidaria con acuciantes problemas de la palpitante actualidad. Su más reciente novela, «Lugar seguro» –Premio Biblioteca Breve–, se mantiene en esta línea expresiva, incluyendo un tono de distópica ficción que, tristemente, parece presagiar apocalípticas incidencias en el mundo real.
El narrador-protagonista, Segismundo García, integrante de una saga de pícaros emprendedores, ha creado una empresa con la que pretende construir y comercializar sólidos refugios (el lugar seguro del título) a prueba de todo tipo de catástrofes. Trapicheando en busca de fondos, entre el taimado lucro personal y el imaginado logro de su quimérico proyecto, búnqueres asequibles a unas atemorizadas clases medias, este tramposo personaje aspira a un ascenso social que le redima de arraigadas penurias familiares. Bajo esta historia sombría y divertida a la vez, anida la esperanza de una sociedad basada en energías renovables, racional consumismo, solidaria productividad y sencillas aspiraciones vitales. Acaso sea esta la auténtica visión distópica de un relato que, entre bromas y veras, plantea que otro futuro más humano es posible, al tiempo que se ironiza sobre la irracionalidad de un ecologismo excluyente y radical. Los personajes femeninos suponen el contrapunto sensato de esta atrabiliaria historia: Yuliana, la cuidadora inmigrante del padre de Segismundo; o Gaya, la joven hippie de oscilante lucidez. Es ella quien, desde su contestataria actitud, se manifiesta ilusionada: «Así nosotros estamos construyendo un nuevo mundo, pero no sobre los escombros del viejo, sino en sus grietas. No esperamos a hacer la revolución, sino que empezamos el futuro aquí mismo». Seres todos ellos que pueblan esta crónica de un tiempo intimidado por dantescas expectativas. Virus mortales, amenazas terroristas o el cambio climático generan un insuperable miedo.
▲ Lo mejor
La acertada ironía con la que se enfoca el tratamiento de acuciantes problemas actuales
▼ Lo peor
Nada destacable al respecto en esta novela de minuciosa elaboración