¿Qué tienen que decir los seis hijos de Thomas Mann?
«El Mago. La historia de Thomas Mann», Colm Tóibín
★★★★☆
Por Toni MONTESINOS
Igual que había hecho con su libro sobre Henry James a través de «The Master», Colm Tóibín vuelve a repetir esa fórmula con Thomas Mann (traducción de Antonia Martín Martín). A este lo llamaban en su familia «El Mago» por su simpatía y carácter misterioso. ¿Qué hacía encerrado en su despacho de nueve a doce de la mañana para que a los seis hijos se les prohibiera interrumpirle? En realidad, seguir la vida del patriarca podía parecer insuficiente habida cuenta de que su progenie no tiene el menor desperdicio: la escritora y corresponsal de guerra Erika, tan ligada a su hermano Klaus, novelista homosexual y suicida; Golo, que anheló el beneplácito paterno cuando intentaba abrirse camino en el mundo universitario; Monika, que sufrió una viudedad trágica; Elisabeth, joven casada con un hombre mucho mayor que ella, y Michael, que como violista entró en la Orquesta Sinfónica de San Francisco y también se suicidó.
Un secreto a voces
Tóibín sigue la andadura de esta prole y su patriarca, hombre serio y consciente de su talento, que se había criado en una familia de comerciantes de Lübeck. La narración da comienzo ahí, en 1891, con el que llamaban Tommy y su hermano, el también escritor Heinrich. Como siempre, la homosexualidad tiene un componente esencial, muy reprimida en el caso de Mann, que se limita a mirar a muchachos atractivos, como el Aschenbach que observa a Tadzio en «Muerte en Venecia» ante la resignación de su esposa Katia. También vemos al intelectual como cabeza de familia, humanizado pero con sombras egocéntricas, o reflexionando después de ganar el Nobel sobre el ascenso de los nazis, que lo empujarán al exilio en EE UU. Tóibín, así, complementa el trabajo de Kurzke, «La vida como obra de arte», la inmejorable biografía sobre Mann, y la excelente investigación de Lahme con «Los Mann. Historia de una familia». Realiza una buena combinación entre lo biográfico y lo imaginativo para transformar en personaje al escritor que dijo: «Donde esté yo, ahí estará Alemania».
▲ Lo mejor
Como dice Richard Ford, el texto es «inmensamente ameno, erudito, sofisticado, inteligente»
▼ Lo peor
Tel vez el lector hubiera esperado algo más sobre la trayectoria literaria concreta de Mann