Anne Heche es desconectada del soporte vital tras encontrar receptor para sus órganos
Tras el grave accidente y posterior incendio del pasado fin de semana, la actriz de “Donnie Brasco” ha sido desconectada del soporte vital, según informa su familia
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Tras sufrir un aparatoso accidente el pasado fin de semana en Los Angeles, la actriz Anne Heche, de 53 años, ha fallecido. Según un comunicado que se ha hecho llegar a las principales agencias y medios especializados en Estados Unidos, el equipo médico ya ha preguntado a sus familiares acerca del soporte vital básico y la intérprete de “Donnie Brasco” o “Seis días y siete noches” será desconectada. Medios como Deadline, además, aseguran que los familiares de Heche cumplirán con una de sus últimas voluntades, la de donar sus órganos.
El final de la vida de Heche se produce tras un turbulento fin de semana en el que, en estado de embriaguez, dio con su coche contra un garaje cerca de su domicilio. Ante la sorpresa de vecinos y curiosos en el lugar de los hechos, la actriz abandonó a toda velocidad la escena. Rápidamente, el medio amarillista TMZ publicó fotos del incidente, pero lo peor estaba aún por llegar. Ese mismo día y con apenas unas horas de diferencia, Heche volvió a estampar su vehículo, esta vez contra un domicilio privado y a gran velocidad, provocando un incendio que según el Departamento de Bomberos de Los Angeles tuvo un alcance de 90 metros cuadrados. La virulencia de las llamas, sumada a las altas temperaturas causadas por el combustible del vehículo, provocó que los bomberos no pudieran rescatarla hasta después de una hora atrapada en el habitáculo.
A partir de ahí, la cronología del accidente se complica, con su agente y su represente peleándose ante los medios por ofrecer un parte horario oficial. Ante la confusión, la familia de Heche, de 53 años, terminó designando a su agente y mánager como portavoz. Él mismo fue el que hizo llegar a medios como «Deadline» un último comunicado oficial, en el que se aseguraba que la actriz sería desconectada del respirador y que sus órganos, cumpliendo su última voluntad, serían donados en la medida de lo posible. «Queremos agradecer a todo el mundo las muestras de cariño y rezos por Anne. Desafortunadamente, las lesiones cerebrales tras el accidente han sido de tal gravedad que permanece en coma y su familia está procediendo a despedirse de ella en la intimidad».
El prematuro fallecimiento de Heche, estrella fugaz de los noventa que llegó a compartir cartel con Robert De Niro o Harrison Ford hasta que el pavor a la arruga femenina de Hollywood la fue apartando del negocio, le ha llegado en un momento aparentemente dulce desde lo profesional. Además de tres largometrajes y una película para televisión, Heche había rodado ya todas sus escenas en la próxima «The Idol», gran apuesta de HBO para el próximo curso televisivo de la mano de Sam Levinson, creador de «Euphoria», y el célebre cantante The Weeknd. La tragedia, eso sí, no andaba lejos, puesto que este mismo verano debería haber rodado una película junto a Alec Baldwin, envuelto hace unos meses en la muerte accidental de la directora de fotografía Halyna Hutchins y que se pospuso por motivos obvios de producción.
El triste final de la actriz parece, de igual modo, un episodio más en una vida traumática y llena de altibajos tanto a nivel profesional como personal. Conocidas fueron sus adicciones en la última etapa de su carrera y, de hecho, se encontraba bajo el efecto de «fuertes narcóticos» en el momento del accidente. Desde su ruptura con la presentadora y cómica Ellen DeGeneres en el 2000, junto a la que había compartido más de tres años de relación, Heche cayó en una espiral de comportamientos erráticos y poco honrosos bajo el prisma de los personajes públicos. No mucho más tarde publicó sus memorias, en una especie de intento de volver a la primera plana, y es ahí donde reveló que durante años fue sometida a abusos sexuales por parte de su propio padre. Todos los traumas se agravaron con los años y también con el fallecimiento de hasta tres de sus hermanos en diferentes circunstancias. La última vez que se supo de ella más allá de lo profesional fue porque, desorientada, entró en casa de un vecino como si fuera la suya propia y comenzó a ducharse. Con apenas 53 años, Hollywood llora y despide a otro de esos «juguetes rotos» al que nadie hizo caso hasta demasiado tarde.