Fernando Aramburu: “La literatura española no ha venido a Fráncfort con complejo de inferioridad”
El escritor, uno de los novelistas invitados a la Feria del Libro, subraya que en los últimos años ha habido una ausencia de autores españoles
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El novelista Fernando Aramburu, autor de «Patria» (Tusquets), vive en Hannover, un lugar privilegiado para observar cómo Alemania contempla a la cultura española. «Lo que más me gusta es que la literatura española no ha venido a Fráncfort con complejo de inferioridad. Tengo la perspectiva del residente con acceso a diarios locales y las listas de las librerías y puedo decir que aquí tienen buena presencia la literatura y el cine español. Hubo un periodo estos últimos años en que hubo una cierta ausencia. Pero creo que la culpa no era de la literatura española, sino que creo que había algún tipo de problema en la cadena de transmisión que se tenía que arreglar».
El novelista asegura que esta presencia menor en años anteriores «no es tampoco una cuestión de traducción, porque uno encuentra a los escritores españoles, pero hay que buscarlos en las librerías o encargarlos para que te los traigan. Y ya se sabe que en las librerías una persona entra y se deja llevar por lo que ve sobre la mesa. Deberíamos romper esta pared de cristal». El escritor tiene cinco novelas traducidas al alemán, pero «Patria» ha sido el libro por el que ha conseguido, después de muchos años, un editor fijo en este país. «Esta es la primera novela mía por la que han pujado varias editoriales. Ahora resulta que en la ciudad donde vivo están muy orgullosos de tener entre sus vecinos un escritor célebre», comenta en broma Aramburu.
Él mismo quita peso a los comentarios negativos que hablan de la «irrelevancia» del español en el panorama literario y explica, con un punto de ironía, que esa es la forma de «autoflagelarnos» que solemos tener los españoles. La realidad, para él, es bastante distinta. «Publicamos muchos y en muchos países». Aramburu reconoce el buen momento por el que está pasando el español y sus letras y hace hincapié, de manera especial, en los grandes autores emergentes que están publicándose ahora. Unos autores que, de hecho, él asegura leer con bastante frecuencia, como Irene Vallejo, cuyo ensayo, «El infinito en un junco», le ha fascinado. «Renuncio a horas de la tele y el cine para poder dejar más espacio a la lectura. Hay mucha calidad entre los escritores más jóvenes. Los sigo de una manera egoísta, porque también aprendo mucho de ellos». El novelista admite su satisfacción por el incremento de los índices de lectura en nuestro país, pero considera, al contrario que la mayoría, que no se debe solo a un ánimo de entretenimiento: «Muchas personas buscan pensamiento y tratar salir de la incertidumbre en la que han caído a través de los libros. Ahora conviven más con las palabras escritas».