“Los músicos de Stalin”: Escribir sinfonías bajo la batuta de Stalin
★★★★
Jesús Ferrer
Hace unos días, en Ucrania, era asesinado el director de orquesta Yuri Kerpatenko por negarse a actuar ante las tropas rusas ocupantes. Este crimen demostraba que la música no es un arte neutro; por el contrario, resulta innegable su compromiso civil con los derechos humanos y la libertad creativa. Por ello han sido constantes en la Historia sus enfrentamientos con el poder político, sobre todo si era tiránico. A partir de este planteamiento, el musicólogo Pedro González Mira ha publicado un riguroso ensayo que recoge la represión ejercida en el siglo XX ruso sobre destacados miembros del colectivo musical.
Según el autor, este libro pretende ser «la exposición natural de las relaciones existentes entre una creación musical auténticamente prodigiosa y el alma de un pueblo que durante siglos se ha movido a golpe de corneta; desde el feudalismo y la sociedad zarista hasta la dictadura del régimen soviético». En un recorrido por la música rusa, acaso sea el período soviético y la época de Stalin la etapa que mejor define la situación del artista caminando por el filo de la navaja de forzada adhesiones y peligrosas disidencias. Son emblemáticos los casos de Stravinski, cuya obra sería prohibida ante su mentalidad cosmopolita; o Prokófiev, con tantos problemas dada su transgresora modernidad; y Rajmáninov, emigrado a EEUU al estallar la Revolución Rusa.
El compositor de Leningrado
Pero quien mejor representa esa fricción es Shostakóvich. Él viviría entre una oscilante actitud de compositor integrado en el régimen y símbolo de disidencia privada. Quien viviera en primera línea el sitio de Leningrado, motivo este de una gran sinfonía épica, se verá cuestionado en su ambivalente y forzada actitud civil. En este panorama musical se incluyen, en jugosa anecdótica, variados referentes culturales, desde Gorki a Orson Welles, pasando por Cocteau, Picasso o Mayakovski. Un interesantísimo ensayo donde destaca la actitud crítica del autor, quien muestra, lejos de cualquier complacencia y con justificada argumentación, sus preferencias y rechazos artísticos.
▲ Lo mejor
La rica y amena información crítica que el autor recorre estas páginas
▼ Lo peor
Nada a destacar en un tan documentado libro, que induce al lector a profundizar