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"Al albor de" no significa "al calor de" o "al amparo de"

No es raro encontrar frases como "La superficie del trigo duro crece un 10% al albor de los buenos precios"

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La FundéuRAE indica que la expresión “al albor de” tiene valor temporal para lo que ocurre cuando comienza una época o un suceso, por lo que no es adecuado con significados como ‘al calor de’ o ‘al amparo de’.

En los medios de comunicación no es raro encontrar frases como las siguientes: “La superficie del trigo duro crece un 10 % al albor de los buenos precios”, “Es un arma muy poderosa que no se puede dejar al albor de los acontecimientos” o “Vive su mejor momento al albor de las redes sociales”.

Tal como señala la tercera acepción del diccionario académico, “albor” es ‘comienzo o principio de algo’. Se trata de un uso figurado a partir del segundo sentido, que es ‘luz del alba’ y que alude, por tanto, al amanecer.

En ninguno de sus significados se recoge la idea de causa, apoyo o protección con la que se está empleando esta palabra en “al albor de”, por lo que es impropio que reemplace a expresiones como “al calor de”, “al amparo de”, “al devenir de”, “gracias a”, “por obra de” o “por influencia de”, entre otras.

Sí es correcta, en cambio, en una frase como “Al albor del siglo XVI, la pequeña villa de San Sebastián pasó a ser una plaza fuerte”, pues se explica que esa situación ocurrió a principios de ese siglo.

De este modo, en los ejemplos del principio habría sido más adecuado escribir “La superficie del trigo duro crece un 10 % por obra de los buenos precios”, “Es un arma muy poderosa que no se puede dejar al devenir de los acontecimientos” y “Vive su mejor momento al calor de las redes sociales”.

Para terminar, se precisa que, al igual que “comienzo”, la voz “albor” tiene en plural el mismo sentido que el singular: “Los albores de la humanidad”.