Rocío Esteban

Ariadne Artiles: «Las medidas 90-60-90 son totalmente arcaicas»

La modelo se encuentra trabajando en un libro de estilo de vida, que compagina con su maternidad y varios proyectos profesionales. Hoy, se aleja de la ambición y asegura que no trabaja por dinero sino por «convicción».

Ariadne Artiles / Foto: Gerardo Válido
Ariadne Artiles / Foto: Gerardo Válidolarazon

La modelo se encuentra trabajando en un libro de estilo de vida, que compagina con su maternidad y varios proyectos profesionales. Hoy, se aleja de la ambición y asegura que no trabaja por dinero sino por «convicción».

Es una de las modelos e «influencers» más destacadas de su generación. Cansada de los estereotipos y cánones de belleza, Ariadna Artiles representa el nuevo estilo a seguir, tan necesario en el mundo de la moda. «La diversidad es la mayor belleza que existe en la humanidad», nos confiesa. Ahora está trabajando en un libro de estilo de vida, que compagina con su maternidad y varios proyectos profesionales. Hoy, se aleja de la ambición y asegura que no trabaja por dinero sino por «convicción».

¿Qué ha cambiado desde los 90 hasta hoy en su profesión?

Todo. Aunque las modelos de los 90 siempre serán iconos únicos indiscutibles, es el caso de Claudia Schiffer y Naomi Cambell, que han hecho historia y fueron y serán mujeres únicas. Pero hoy hay mucha más diversidad y toda mujer y hombre pueden ser un modelo a seguir.

¿Cuando se mira al espejo... ¿qué ve?

A una mujer que ha vivido mucho aun siendo muy joven. He tenido que vivir deprisa por una serie de circunstancias, pero ello me ha servido para poder reflexionar y darme cuenta temprano de que no se trata de ocupar una posición social o profesional, sino de enfocar nuestro tiempo en el crecimiento personal.

¿Para pisar con más fuerza hace falta tacones?

Hace falta tener los pies en la tierra. Aunque parezca algo muy fácil, cada vez nos despegamos más de nuestra esencia.

¿Las medidas 90-60-90 son ya arcaicas?

Totalmente. Quiero creer que los cánones de belleza están desapareciendo poco a poco y esto es algo que me parece muy sano. Nunca debió existir un modelo único.

¿Si mirase hacia atrás recorrería otro camino?

Mi profesión va más allá que trabajar exclusivamente como modelo, ha dado un giro de 180 grados. Soy tantas cosas que creo que lo de menos es ser modelo. Antes llegabas, posabas, y te ibas, no había más que hacer. Nunca pensé que fuera a tener mi propio negocio y mucho menos que trabajaría cada día para Ariadna Artiles, que es lo que hacemos en la oficina. Trabajo, además de para otras marcas, para la mía propia, y la cuido rigurosamente. Hoy tengo mucha más responsabilidad ante la gente que me sigue, también colaboro con ONG's y damos voz a todas las causas sociales en las que creo, además de construir unas redes sociales con buena psicología, porque son un arma de doble filo. Solo trabajo con las marcas que representan los valores que quiero transmitir. También estoy dedicándome a un libro de estilo de vida que saldrá el año que viene (si consigo sacar tiempo para los últimos capítulos, porque con una enana en casa y esta actividad no es nada fácil).

¿En su profesión ha tenido que sortear muchas alcantarillas?

La verdad es que no. Soy una persona con unos principios muy arraigados. Nunca fui a donde no debía o no me sentía cómoda.

¿Existen vetos en el mundo de la moda?

No.

¿Se puede compaginar su profesión y la maternidad?

Perfectamente, sobre todo, porque los límites los pones tú. Al menos en mi caso. Estuve dándole el pecho a Ari hasta los 14 meses y eso solo lo he podido hacer gracias a las facilidades que me han puesto mis compañeros y las firmas con las que trabajo.

¿Cuántas horas dedica a su Instagram @ariadneartiles?

Hace unos meses decidí que no quería volcar tanto tiempo a este campo, pues las redes pueden llegar a absorberte la vida. Por ello, he dividido el trabajo y hay una parte profesional y otra personal. La segunda la gestiono yo y la primera mi equipo. Es la única manera porque no quiero ser esclava de mi trabajo. Hubo un tiempo en que sí empecé a serlo. Hasta que me vi reflejada en los demás y no me gustó. En esto soy bastante radical y por ello decidí compartir el trabajo. En las redes sociales tienes que estar, eso es obvio hoy en día. Eres como un canal de televisión que si no está encendido la audiencia baja, y como consecuencia, los seguidores se aburren. Pero es muy importante poner límites y prioridades, si no dejas de controlar tu vida y el trabajo te controla a ti.

¿Por qué diría «no» a un contrato publicitario?

Por no sentirme afín a sus valores, eso es fundamental. Ya no trabajo por dinero, sino por convicción. La diferencia es que antes no teníamos voz. Era una modelo que se ponía un producto y la pagaban por ello. Hoy cuando utilizo una marca, la represento en todos los sentidos. Con mi voz encarno sus valores y esa es mi responsabilidad. No todo vale, ni siquiera por un cheque en blanco.