Arte

De Magritte a Picabia: el surrealismo sale a subasta en París

Bajo el título “El surrealismo y su legado”, se produce hoy en Sotheby’s una venta “pionera y fresca”, con obras de un valor estimado en más de 5 millones de euros

"Le palais de la courtisane", de René Magritte
"Le palais de la courtisane", de René MagritteSotheby's

Se trata de grandes obras de arte de aquel movimiento pictórico que reflejaba los límites del subconsciente. Bajo el título “El surrealismo y su legado”, Sotheby’s París ofrece hoy un lote tan inusual como relevante, pues reúne a los más grandes artistas que en su época fueron icono y símbolo del movimiento surrealista. Un legado artístico que “nunca ha estado más vivo que hoy. Para subrayar la importancia del movimiento artístico de la posguerra y el diseño contemporáneo, la venta incluirá obras de François Xavier, Claude Lalanne, Yves Klein y otros artistas destacados”, explica en un comunicado la casa de subastas. No obstante, los nombres que permanecen en la primera línea de esta venta son los de René Magritte, André Bretón o Francis Picabia.

En especial, destacan “dos extraordinarias obras de 1929, que se verán en el mercado por primera vez en casi un siglo”. La primera de ellas es “Le palais de la courtisane”, de Magritte, obra que procede de la antigua colección de Joe Bousquet, poeta, escritor y amigo del artista, y que combina dos composiciones distintas: un primer plano de un desnudo femenino, y un interior vacío. Una técnica que el artista “exploró a finales de la década de 1920 y que se vería reflejado en el cine, de la mano de grandes cineastas como Hitchcock o Tarantino”, asegura Sotheby’s.

Otra obra que destacará en la subasta, también de 1929, es “Pavonia”, una de las pinturas que componen la icónica serie “Transparencias” de Francis Picabia y cuya venta se estima entre los 6 y los 8 millones de euros. “Diseñada para el piso parisino del marchante de arte Léonce Rosenberg, la obra despliega la técnica de las ‘Transparencias’ sobre un lienzo de muy grandes dimensiones”, relata la casa de subastas. Una obra de una magnitud que no ha aparecido en el mercado al menos en los últimos 20 años, y que, según intuye Sotheby’s, “tiene potencial de establecer un nuevo récord para el artista” en estos términos.

"Pavonia", obra de Francis Picabia
"Pavonia", obra de Francis PicabiaSotheby's

Con esto, de Picabia también es relevante la subasta de “Nu de dos” (”Desnudo de espalda”), obra que pintó entre 1940 y 1942, y cuyo valor se estima entre 3 y 5 millones de euros. Una pintura que inspiró el erotismo en las fotografías de revista: “Pintar una Venus moderna para que pareciera una estrella de cine es exactamente el tipo de modernidad radical que Picabia quería lograr”, apunta a “The art newspaper” Thomas Bompard, vicepresidente de Sotheby’s Francia. Junto a esta obra, resaltar “Le paysage fantôme”, esta vez de Magritte: “Es original, un desafío a la belleza clásica”, dice el experto.

"Nu de dos", de Francis Picabia
"Nu de dos", de Francis PicabiaSotheby's

Belleza y atractivo

De esta manera, la casa de subastas pretende con este lote artístico “cultivar la semilla que el surrealismo ha plantado en el panorama del arte contemporáneo. El concepto y estrategia de la venta, que es pionera y fresca, convenció a los propietarios de que no solo era el momento adecuado, sino también la venta adecuada para consignar sus pinturas históricas”, explica Bompard. “Históricamente, los coleccionistas han visto el surrealismo como algo muy intelectual, posiblemente como una especie de nicho. Esos tiempos se han ido. El poder del concepto está alineado con la belleza de la ejecución y el atractivo de la imagen”, añade.

"Le paysage fantôme", de Magritte
"Le paysage fantôme", de MagritteSotheby's

La subasta también incluye obras de grandes mujeres artistas, como Dorothea Tanning y Leonor Fini, así como pinturas cuyo valor está estimado por encima de los 5 millones de euros. Algo que prueba lo que asegura Bompard: “El surrealismo es probablemente un movimiento artístico del siglo XX que ha sido capaz de aceptar cuán irracional, feo y desafiante puede ser el mundo moderno. El surrealismo no fue para nada una torre de marfil, sorda a lo que pasa en el mundo. Fue un movimiento nacido de las cenizas del mundo destruido durante la Primera Guerra Mundial, y se necesitó mucho coraje para enfrentar las contradicciones del nuevo mundo”.