Buscar Iniciar sesión
Sección patrocinada por
Patrocinio Repsol

Laura Pedro: “Después de estar dos años trabajando en una película, nos dan un reconocimiento y tú hablas de tus genitales”

La ganadora de dos Goya habla sobre cómo luchar contra la masculinización de un sector que va más allá de naves y explosiones
Javier CastánSuplemento LifeStyle
La Razón

Creada:

Última actualización:

Tanto Dani Rovira como Quim Gutiérrez han cumplido el sueño de volar no gracias a una intervención divina, sino a la de Laura Pedro. También ha recreado la celebración de la final del Mundial de Sudáfrica 2010 en la Plaza de Cibeles de Madrid sin necesitar reunir a 250 000 hinchas y ha vuelto a rememorar el terror vivido hace siete años en la parisina sala Bataclan sin meterse en una máquina del tiempo. A sus 32 años, ya ha ganado su segundo Goya a los Mejores Efectos Especiales consiguiendo con ellos un nuevo y necesario efecto: la feminización de los sectores técnicos del cine. El último estudio de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales señala que en los efectos especiales, que entran en el cómputo de área masculinizada, las mujeres consiguen la representatividad del 26 %. “Es cierto que si únicamente nos fijamos en la figura del jefe de equipo, apenas encontraremos nombres femeninos, pero puedo asegurar que en otros cargos ultraimportantes sin los que por ejemplo no se harían los efectos, sí tenemos jefas de equipo”, explica.
Su primer Goya le cayó del cielo… Literalmente. David Broncano, colgado de un arnés del techo junto a Berto Romero, lanzó el premio a José Coronado, que le entregó a Laura su “cabezón”. Poco después, Broncano la invitó a La resistencia para pedirle perdón. “Después de estar dos años trabajando en una película, nos dan un reconocimiento y tú hablas de tus genitales”, le dijo Pedro. “No sabíamos de quién era el premio y subimos ahí a liarla”, se excusó el presentador. “El recuerdo del primer Goya, pese a ser un momento de absoluta felicidad, no fue del todo agradable. El segundo, a pesar de las mascarillas, y aunque no pudimos tener cerca a toda la gente que queríamos, fue muy emocionante. Aunque estaba con Pau Costa, al que admiro muchísimo, me faltó Félix Bergés, porque hicimos Way Down juntos y me habría gustado compartir ese momento con él. Eso sí: cuando Pau y yo volvimos al rodaje, brindamos por este Goya que nos han dado”, asegura.
Es experta en efectos, pero también en misterio, porque cuando intentamos que nos hable de ese rodaje al que alude, nos dice que miremos en IMDB… Y así lo hacemos. Jota Bayona está grabando en Sierra Nevada La sociedad de la nieve, y en su perfil de Instagram, el director ha subido una imagen de Laura en pleno rodaje. Su carrera en el cine comenzó a su lado, al de su mentor, Félix Bergés, fundador de El Ranchito. “Laura empezó conmigo hace unos pocos años en la película de Juan Antonio Bayona Un monstruo viene a verme, y hemos trabajado juntos desde entonces en varias producciones. Me alegra enormemente que por fin una mujer gane un Goya a los Mejores Efectos Especiales. Lentamente, vamos acercándonos a lo que tiene que ser”, escribía Bergés para los Premios Goya. Aprovechamos este flashback para señalar que Laura trabaja en los efectos por un giro de guion causado por un accidente fatídico en moto con Aida Domenech (Dulceida), su amiga íntima. “Entré en la ESCAC queriendo estudiar fotografía, pero después del accidente, no pude acceder”, reconoce.
Todavía hay muchísimas personas a las que les incomoda que la gala entregue galardones de los departamentos técnicos. “En Twitter encuentras a gente que dice odiar los efectos y el 3D, y es algo sorprendente, porque posiblemente esas personas no son conscientes de que formamos parte de películas en las que luego creen que no estamos. Se creen que todo son criaturas y efectos especiales, pero detrás hay un trabajo mucho más amplio que hay que respetar. Los efectos son igual de importantes que cualquier otro trabajo técnico tras una producción. Estamos hablando de un equipo humano de artistas”, dice con cierta tristeza.
De hecho, le debe su último Goya a haber logrado que sus efectos especiales hayan sido invisibles. “El logro de Way Down es que no sabes dónde empieza y dónde acaba nuestra intervención. El gran reto era conseguir recrear ese momento que está en la memoria de todo el mundo y volver a ver Cibeles lleno de gente celebrando. Cuanto menos se note que hemos puesto la mano, mejor lo hemos hecho…”, asegura. El equipo de producción consiguió paralizar la Gran Vía madrileña durante casi 24 horas, algo que no gustó del todo a algunos madrileños. ¿Una prueba? Ese mismo día, un taxista me dijo que no comprendía para qué lo habían hecho. “¡Si hoy con chroma de esos se hace todo!”, exclamó el conductor, merecedor de un Goya a las sobrevaloraciones especiales.
La película MalnaZidos ha sido su último trabajo y pronto lo veremos también en la serie García y en las películas Un año, una noche, o La sociedad de la nieve y quizás el tercer Goya le caiga esta vez no del cielo, sino de una montaña nevada…