Crítica de “Peter von Kant”: una copia frívola ★★★☆☆

Dirección y guion: François Ozon. Intérpretes: Denis Ménochet, Isabelle Adjani, Khalil Garbia, Hanna Schygulla. Francia, 2022. Duración: 85 minutos. Comedia dramática.

Se trata de demostrar que los clásicos también tienen género, que una película puede transicionar, y que, del paso de mujer a hombre, el tono se transforma, el melodrama se destila en vodevil para luego volver al kilómetro cero, tal vez para contradecir la hipótesis de partida y llegar a la conclusión de que, masculina o femenina, la vida es tragedia, sobre todo si hablamos de amor y creación. Así las cosas, François Ozon, que ya había adaptado a Fassbinder en “Gotas de agua sobre piedras calientes”, convierte a Petra en Peter von Kant, lo que le permite trabajar el subtexto autobiográfico de “Las amargas lágrimas…” de un modo literal (Dénis Menochet se reencarna en Fassbinder desde un cruel patetismo, sin ironías, del mismo modo que Khalil Garbia se mira en el espejo de El Hedi Ben Salem, malogrado amante suicida del director alemán) y sacar a la luz su humor soterrado, encarcelado en la manierista puesta en escena del original.

Ozon, más frívolo, condensa la duración de la película de Fassbinder sin buscar más distanciamiento brechtiano que el que puede provocar la aparición de Isabelle Adjani riéndose de su rostro de porcelana y de Hanna Schygulla, objeto de deseo en el filme de 1972, como la madre de Von Kant. Ozon ha hecho una película acerca de las inclemencias del paso del tiempo sobre nuestras pasiones más frustrantes, pero también sobre cómo afectan esas inclemencias a nuestra percepción de la historia del cine. En ese sentido, es imposible disfrutar de “Peter von Kant” sin conocer su campo semántico: a secas, por sí misma, es un rayo de corto alcance.

Lo mejor

Que ahora Petra sea Peter von Kant es una brillante premisa para actualizar el discurso de la obra original de Fassbinder.

Lo peor

Que Ozon no acabe de controlar los bruscos cambios de registro de su adaptación.