Sección patrocinada por sección patrocinada

cine

Crítica de 'Con el agua al cuello': El arte de ser padre ★★★

Dirección y guion: Hallie Meyers-Shyer. Intérpretes: Michael Keaton, Mila Kunis, Danny Deferrari, Poorna Jagannathan, Kimberly Condict, Vivien Lyra Blair. Estados Unidos, 2024. Duración: 111 minutos. Comedia dramática

Noticias de última hora en La Razón
Última hora La RazónLa RazónLa Razón

Hay que ser muy despistado o muy algo para creer que en la cama duerme junto a uno la pareja y que esta lo llame de madrugada al móvil para decirle que esa misma tarde se fue de casa para ingresar en un centro de rehabilitación porque ha terminado adicta a las píldoras y, que, de paso, le pide el divorcio.

O muy distraido o llamarse ese uno Andy Goodrich (excelente Michael Keaton), dueño de una galería de arte en horas bajas, un tipo absolutamente absorbido por su trabajo (qué craso error siempre) y que ahora se encuentra, de sopetón, que debe cuidar a sus listillos gemelos de nueve años mientras la madre se desengancha.

De repente, Andy, que no sabe ni el horario escolar de los chicos o que su esposa iba siempre colocada, que vive de un viaje a otro para comprar obras y conocer a los artistas del momento, debe hacerse cargo de ambos con la ayuda (es un decir) de una canguro judía bastante rara pero, sobre todo, de la hija que tuvo durante su primer matrimonio, Grace (la encantadora Mila Kunis), quien, ya treinteañera y embarazadísima, decir ayudarlo aunque llevan años con muy poco contacto entre ambos.

Exacto, imaginan bien: poco a poco, el protagonista acaba convertido en el padrazo que nunca ha sido mientras la relación con Grace se vuelve mejor y más profunda en esta comedia dramática de corte clásico e instantes divertidos (así, la «metedura de pata» protagonizada por el flamante amigo gay de Dany) aunque el final se nos antoje un tanto pasado ya de azúcar. Ah, y aparece incluso una estupenda Andie Mac-Dowell con su melena canosa al viento. A ver quién da más.

Lo mejor: Unos estupendos y muy divertidos Michael Keaton y su «hija», Mila Kunis.

Lo peor: Es una de esas películas que, a los pocos minutos de metraje, ya intuyes cómo acabará.