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Crítica de «Robot salvaje»: El corazoncito de una IA ★★★★

Director: Chris Sanders. Guion: Chris Sanders a partir del libro de Peter Brown. Música: Kris Bowers. Fotografía: Chris Stover. Estados Unidos, 2024. Duración: 101 minutos. Animación.
Escena de «Robot salvaje»
Escena de «Robot salvaje»Archivo

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Sí, muy posiblemente sea el mejor título hasta hoy de DreamWorks, la productora de «Shrek», de «Antz (Hormigaz)», de «Kung Fu Panda», de... Casi todas, al cabo, minucias comparadas con la sensible, maravillosa, emocionante, casi perfecta nueva cinta de los estudios. Y eso que, nada más arrancar este hermoso y visualmente tremendo filme de animación que adapta la novela gráfica escrita e ilustrada por Peter Brown, una no puede remediar acordarse de otro robot, aquel masculino y con un corazón tan grande como el de Roz, protagonista de la presente obra. Hablamos de «WALL•E» (Andrew Stanton, 2008, Pixar), el conmovedor personaje de un filme magistral que también «olvidaba» aquello para lo que fue programado cuando descubre a la moderna y encantadora EVE y se enamora. Algo parecido le sucede a Roz, que, tras naufragar en una isla deshabitada, y, tras comprobar que nadie parece necesitar sus cuidados, acaba con una cría de faisán que la llama mamá en cuanto abre el pico y a la que, poco a poco, termina queriendo como si lo fuera. Acompañada de un puñado de animales que, en un principio, le dan la espalda, Roz consigue finalmente ganárselos tras crear una especie de Arca de Noé en la que no existen depredadores ni presas y así salvarlos de una espantosa nevada. Una historia de supervivencia, de humanidad «tecnologizada» y de IA más tiernas y delicadas que esas mariposas que, en otra portentosa escena, vuelan a su alrededor. Que no de todas debemos recelar.

LO MEJOR

Desde el punto de vista visual es muy potente y la película en sí, realmente preciosa

LO PEOR

Resulta sencillo decir algo negativo esta vez: que, sean niños o adultos, se la pierdan