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Jaén
Una exposición muestra la identidad y el más allá de los íberos a través de sus animales mitológicos
La exposición propone un recorrido desde lo reconocible a lo sobrenatural para mostrar cómo las élites íberas afrontaban la muerte, el prestigio y la identidad a través de imágenes animales

El Museo Íbero de Jaén acogerá durante los próximos seis meses la exposición 'Animales de Ultratumba. Diálogos entre la mitología íbera y el imaginario mediterráneo clásico', una muestra que presenta, a través de los seres mitológicos de esta cultura, cómo las elites íberas afrontaban la muerte, el prestigio y la identidad.
"Los animales que protegían a los vivos también custodiaban a los muertos. Algunos existieron, como los lobos, otros nacieron de la mezcla de culturas y creencias, como sirenas y grifos, pero todos hablan del viaje al más allá", ha indicado la directora general de Museos y Conjuntos Culturales, Aurora Villalobos.
De esta forma, se podrá contemplar cómo los pueblos íberos crearon su mitología a través de su entorno más próximo, pero también compartiendo, reinterpretando y resignificando motivos animales procedentes de las grandes corrientes culturales del Mediterráneo, impulsadas por fenicios y griegos.
En sus esculturas --especialmente en contextos funerarios-- los animales reales como leones o lobos conviven con seres híbridos y fantásticos --sirenas, arpías, esfinges, grifos-- que actúan como guardianes del más allá, marcadores de estatus y mediadores simbólicos entre mundos.
Para ello, la muestra presenta piezas como esculturas, entre las que se cuentan las de un león funerario y la grifomaquia, procedentes de los yacimientos arqueológicos del Cerro de los Molinillos y de Cerrillo Blanco, respectivamente. También de Cerrillo Blanco provienen una cabeza de león y una escultura de ave, que se muestran junto a otras piezas como un disco de la Edad del Hierro, así como una placa de un cinturón con un grifo, un anillo y figuras zoomorfas de época romana, entre otras.
La exposición propone un recorrido desde lo reconocible a lo sobrenatural para mostrar cómo las élites íberas afrontaban la muerte, el prestigio y la identidad a través de imágenes animales. El recorrido parte de la fauna conocida en la Península Ibérica (lobo) junto a la simbólica adoptada o reinterpretada, a la que se añaden aquellas criaturas que llegaron, a través del contacto con fenicios y griegos, mediante relatos o el comercio mediterráneos, como sirenas, esfinges y grifos.
De esta forma, los pueblos íberos compartieron y resignificaron, adaptándolos a su universo simbólico, motivos procedentes de las grandes culturas del Mediterráneo. Por ello, los depredadores locales, como el lobo, y animales exóticos como el león, convivieron con criaturas híbridas que llegaron por el comercio, los relatos y la imaginación: sirenas que cantan, esfinges que vigilan, grifos que desafían.
Para mostrar todos estos aspectos, la exposición presenta un recorrido que arranca con un mapa del Mediterráneo con las rutas marítimas y terrestres que lo atravesaban, así como los diferentes animales con los que se identificaban los pueblos que lo habitaban. Esta fauna se divide en depredadores y guardianes, como lobos y leones; y seres híbridos, fruto de la mezcla entre culturas, como las arpías, sirenas y esfinges.
La muestra se detiene, especialmente, en el grifo --mitad águila, mitad león--, referenciándolo en una escultura de la grifomaquia, proveniente del yacimiento de Cerrillo Blanco, uno de los más completos de la cultura íbera y situado en el municipio jiennense de Porcuna. La exposición termina en una zona participativa que cuenta con un espacio didáctico.
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