Qué decía el primer mensaje enviado en código morse y cómo esas palabras cambiaron el mundo
Este miércoles celebramos el Día del Código Morse, con el que conmemoramos el gran aporte que supuso el telégrafo para la globalización y para la integración internacional
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El código morse es el “idioma” en el que se comunican los telégrafos. Es un códice formado por rayas, puntos y espacios que -al combinarse- forman palabras, números y símbolos. El telégrafo -por su parte- funciona mediante dos señales eléctricas: una corta, que se corresponde con el punto; y una larga, que se corresponde con la raya. Al combinar los puntos y las rayas de una forma concreta, un telégrafo es capaz de transmitir cualquier mensaje a través de impulsos eléctricos.
La importancia del Morse
El Día del Código Morse se celebra este 27 de abril. Esta fecha se eligió en recuerdo del nacimiento del padre del telégrafo, Samuel Morse. Con esta efeméride celebramos el gran aporte que supuso su creación para el sector de las telecomunicaciones y -en consecuencia- para la “unidad” de toda la humanidad.
Y es que, el uso de esta nueva tecnología permitió que -por primera vez en la historia- se lograsen transmitir pensamientos complejos entre lugares lejanos entre sí en cuestión de segundos, marcando el inicio de la “era de la información”.
Concretamente, este hito tuvo lugar el viernes 24 de mayo del año 1844. Aquel día, Samuel Morse hizo la primera demostración pública de su telégrafo; enviando un mensaje desde el Capitolio de Estados Unidos (el edificio que alberga las dos cámaras legislativas en Washington) a la estación de ferrocarriles de Baltimore de la línea Baltimore-Ohio (la línea de ferrocarril más antigua de Estados Unidos).
La primera frase transmitida por este sistema de comunicación fue “What hath God wrought?”, es decir, “¿Qué nos ha traído Dios?”, que es locución extraída del Antiguo Testamento. La trasmisión fue un éxito y dejó claro hasta que punto el código morse era viable como sistema de comunicación a distancia. Después de aquello, los operarios se pusieron en marcha y comenzaron a tirar líneas eléctricas para transmitir información a cualquier punto del planeta.
Ni los militares, ni los políticos, ni los periodistas, ni los mercados financieros pudieron esquivar las consecuencias de aquella frase. Para bien o para mal, ahora el mundo era mucho más pequeño. En términos históricos, podemos equiparar el salto que supuso el telégrafo para la integración internacional, con lo que en su día pudo suponer el descubrimiento del tornaviaje o lo que ha supuesto Internet para las globalización en la actualidad.
El código morse en nuestros días
Este lenguaje ya no se usa en ningún tipo de comunicación oficial. Al fin y al cabo, existen otras muchas tecnologías que permiten una comunicación mucho más segura y mucho más amable con los no iniciados (aprender morse no es una tarea sencilla). A día de hoy, el uso del código morse se ha quedado casi exclusivamente en el terreno de lo anecdótico y son pocas las organizaciones que los siguen utilizando habitualmente, siendo los radioaficionados y los Boy-Scouts sus mayores defensores.
Pero -quizás- el mayor intento por darle una nueva vida al código morse vino de la mano de Google. El gigante de las telecomunicaciones tuvo noticias de una mujer con parálisis cerebral llamada Tania Finlayson, que utilizaba el código morse para comunicarse con sus seres queridos. La compañía se fijó en lo que era capaz de hacer para superar su discapacidad y se asoció con ella para llevar el código a sus aplicaciones y -de esta forma- abrir la puerta a la comunicación efectiva de personas de todo el mundo con problemas similares.
Así que. ya lo sabes, si quieres utilizar el código morse de una forma sencilla y accesible, solo tienes que elegir esa opción en el teclado de Google para iOS o Android, que han incorporado este lenguaje a sus sistemas. Aunque quizás quieras ir todavía más lejos y entrar en una organización reservada únicamente para los amantes más fieles del código morse: “The International Morse Preservation Society”.