Historia

¿Cuáles son las tecnologías que más han ayudado a democratizar el conocimiento antes de Internet?

Durante los siglos XV y XVIII, un puñado de inventos tuvieron un impacto tan profundo o mayor que Internet en las últimas décadas en la diseminación del conocimiento

El telégrafo original de Samuel Morse de 1844.
El telégrafo original de Samuel Morse de 1844.La Razón

La democratización del conocimiento es la expresión que ha acompañado el crecimiento de Internet a lo largo de las tres últimas décadas. Por fortuna, tan elevada aspiración no solo depende de todo lo que circula por la Red sino que viene siendo realidad desde hace siglos. Y no faltan ejemplos de tecnologías que han tenido un impacto tan transformador en la sociedad como el de la World Wide Web de Tim Berners Lee, sino mayor.

En épocas pasadas las cosas tendían a ir más lentas y su efecto fue más progresivo, pero dejaron tras de si un mundo completamente diferente al que las había alumbrado. Estas son las tres tecnologías, antes de Internet, que más han hecho por trasladar el conocimiento allí donde antes no llegaba.

La imprenta

La imprenta no necesita presentación, pero al paso que va el mundo no tardará mucho en ser así. Como todas las tecnologías tiene antecedentes, pero la imprenta moderna hay que atribuirla a Johannes Gutenberg quien la presentó al mundo en 1450. Como resultado, los carísimos libros, laboriosamente copiados a mano, a los que solo podía acceder una élite pasaron a producirse con rapidez y de forma económica. Durante los cincuenta años anteriores al invento de Gutenberg, en toda Europa se habían copiado del orden de veinte mil libros. En los cincuenta años siguientes se estima que se imprimieron entre 12 y 20 millones de libros.

Imprenta francesa de inicios del siglo XVI.
Imprenta francesa de inicios del siglo XVI.La Razón

No es solamente el aspecto cuantitativo de la imprenta de Gutenberg, sino lo que supone la producción en masa de los libros. Gracias a ellos la población pudo alfabetizarse en pocos siglos, las áreas de conocimiento se estructuraron para poder desarrollarse mucho mejor y llegar a todas las capas de la sociedad, el conocimiento pudo permanecer a lo largo de los siglos y la creatividad encontró un soporte como no había tenido hasta entonces en la Historia. Simplemente, sin la imprenta de Gutenberg aún estaríamos en la Edad Media. Y visto así, lo de Internet es un poco menos impresionante.

El primer libro que imprimió Gutenberg fue esta Biblia de 1.300 páginas, aquí expuesta en la Biblioteca Pública de Nueva York..
El primer libro que imprimió Gutenberg fue esta Biblia de 1.300 páginas, aquí expuesta en la Biblioteca Pública de Nueva York..La RazónCortesía de NYC Wanderer (Kevin Eng)

La máquina de vapor

La evolución del transporte fue fundamental para la diseminación del conocimiento y es un área en la que se pueden citar muchas tecnologías que supusieron un cambio radical. Desde la rueda hasta la aviación, pero ninguna aceleró tanto la transformación de la sociedad del momento como la máquina de vapor. No solo por lo que significa poder trasladar hasta el último rincón el conocimiento almacenado en libros, sino a también a las personas que lo tienen.

Tren de vapor en Guayaquil, Ecuador, a comienzos del siglo XX.
Tren de vapor en Guayaquil, Ecuador, a comienzos del siglo XX.La RazónCortesía de Carlos Teixidor Cadenas.

La máquina de vapor que James Watt diseñó entre 1763 y 1775 no era la primera que se inventó, pero si el primer modelo realmente práctico y la que impulsó la Revolución Industrial del siglo XVIII que trajo un mundo con bastantes elementos en común con el actual. El invento de Watt, entre otras muchas aplicaciones, terminó siendo la base para las locomotoras de vapor del siglo XIX. Cuando los trenes dejaron de depender de caballos en las primeras décadas del XIX, alcanzaron todo su potencial y se convirtieron en el principal medio de transporte de personas e ideas hasta bien entrado el siglo XX.

Versión tardía de una máquina de vapor de Watt de doble efecto, construida por D. Napier & Son (Londres) en 1859, expuesta en el vestíbulo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPM (Madrid).
Versión tardía de una máquina de vapor de Watt de doble efecto, construida por D. Napier & Son (Londres) en 1859, expuesta en el vestíbulo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPM (Madrid).La RazónCortesía de Nicolás Pérez.

El telégrafo

Antes que los “smartphones” tuvimos el teléfono, y antes que éste el telégrafo. La primera forma de comunicación eléctrica no permitía hablar, pero si la transmisión de mensajes de texto codificados, habitualmente, con el código Morse. Si la impresión en masa de libros y el transporte en los trenes de vapor aceleró la difusión del conocimiento, con el telégrafo y lo que vendría después se consiguió comunicar de forma prácticamente instantánea sin importar donde estuvieran los interlocutores. Y aunque aún habrían de pasar varias décadas hasta llegar al teléfono, éste nunca habría tenido lugar sin el telégrafo al que Samuel Morsé le dio la forma definitiva en 1844. La primera frase transmitida era la cita del Libro de los Números del Antiguo Testamento “¿Qué nos ha traído Dios?”. Un nuevo mundo, señor Morse.

El primer telégrafo de la historia, enviado por Samuel F. B. Morse desde Washington, D.C. a Alfred Vail en Baltimore en 1844.
El primer telégrafo de la historia, enviado por Samuel F. B. Morse desde Washington, D.C. a Alfred Vail en Baltimore en 1844.La Razón