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¿Cómo murió Federico García Lorca?

Varios documentos sugieren que García Lorca fue perseguido por sus creencias, describiéndolo como un “socialista y masón”, sobre quien circulaban rumores de “prácticas homosexuales y anormales”
larazonLa Razón

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Las circunstancias que rodearon la muerte de García Lorca y el paradero de sus restos siguen siendo uno de los grandes misterios de la historia reciente de España.
Nacido en 1898 en una familia acomodada en un pueblo cerca de Granada, pronto se convirtió en un músico talentoso, un poeta pionero y un dramaturgo que llenaba los teatros. Su personalidad era tan contagiosa que incluso el joven Salvador Dalí, que conoció a Lorca en la universidad, huía de él para combatir en privado sus celos por el carisma del autor granadino. Cuando tenía treinta y pocos años, Lorca ya era uno de los escritores vivos en español más queridos e influyentes. Junto a sus compañeros literarios, la Generación del 27, revitalizó la poesía española, armonizando las innovaciones artísticas del resto de Europa con las tradiciones folclóricas de España, especialmente la de su Andalucía natal con sus ricas influencias gitanas. El poeta chileno Pablo Neruda escribió sobre su amigo Lorca: “Nunca he visto la gracia y el genio, un corazón alado y una cascada cristalina, juntarse en nadie más como lo hicieron en él”.
Varios documentos sugieren que García Lorca fue perseguido por sus creencias, describiéndolo como un “socialista y masón”, sobre quien circulaban rumores de “prácticas homosexuales y anormales”. Por ello, después de que la policía realizara dos registros en su domicilio en Granada, quedó claro que la seguridad de Lorca estaba lejos de estar garantizada. Asimismo, el 20 de julio, su cuñado, el recién elegido alcalde de la ciudad, fue detenido. Su mandato en el cargo había durado apenas diez días. Poco después, un grupo de falangistas se presentó en la casa de la familia Lorca y tiró al poeta por las escaleras, luego ataron al jardinero de los Lorca a un árbol y lo golpearon. Lorca estaba aterrorizado, añádase a esto la envidia que inspiraba su éxito más allá de su afición a insultar a la burguesía conservadora granadina, parecía seguro que tarde o temprano los soldados volverían a por, como llamaban algunos de sus detractores, “el maricón de la pajarita”.
Al día siguiente se escondió en la casa de Luis Rosales, un poeta de 26 años que lo idolatraba, aun cuando él mismo era partidario del levantamiento. Esta era la España de aquel tempestuoso e incierto momento, un laberinto de lazos y venganzas personales e ideológicas, locales y nacionales, en el que la gente podía proteger a sus supuestos enemigos de sus propios aliados, incluso con gran riesgo para sí mismos.
Fue también un momento en el que proliferaron las traiciones, que fue lo que terminó con la vida de Lorca. Si bien existen diferentes versiones sobre quién fue el autor, algunos dicen que fue uno de los hermanos de Luis Rosales, otros afirman que el paradero del poeta era un secreto a voces en Granada, incluso hay quien afirma que sus familiares fueron quienes le delataron, sea como fuese, el resultado fue el mismo.
Su arresto y asesinato
En agosto de 1936, apenas un mes después de que estallara la Guerra Civil, los agentes rodearon la casa donde se escondía García Lorca, mientras sus amigos intentaban intervenir en su favor. García Lorca fue detenido y trasladado en automóvil a una zona cercana al lugar conocido como Fuente Grande. Era una noche sin luna y no estaba solo bajo el oscuro cielo andaluz, iba escoltado por cinco soldados a los que les acompañaban otros tres presos, dos anarquistas y un maestro de escuela. Los faros de los dos coches iluminaron al grupo mientras avanzaban por un terraplén hacia un campo cercano salpicado de olivos. Los soldados portaban pistolas semiautomáticas Astra 900 y fusiles alemanes Mauser. Los cuatro cautivos ya sabían que iban a morir.
En una serie de documentos recopilados en un libro titulado “Verano del 36 en Granada”, escrito por Manuel Titos Martínez, investigador en el ámbito de la historia económica andaluza, licenciado en Filosofía y Letras y Doctor en Historia, se relata que fue “ejecutado inmediatamente después de haber confesado, y fue enterrado en ese lugar, en una fosa muy poco profunda”. Cabe destacar, que nunca se dieron detalles sobre el contenido de su confesión. Asimismo, también se explica cómo fue comunicada su defunción. Manuel y Bernabé eran guardias en la Casa de la Perra Gorda y le dijeron a José María Bérriz Madrigal que las fuerzas de la Falange habían asesinado a Federico García Lorca la noche anterior. El libro, publicado por la editorial Atrio, arroja luz sobre uno de los misteriosos hechos que rodearon el asesinato de Lorca gracias a los escritos de Bérriz Madrigal el 18 de agosto de 1936.
Por último, desde 2009, se han realizado varios intentos de localizar la tumba donde se cree que yace el cuerpo del escritor, sin embargo, hasta ahora los arqueólogos han tenido poco éxito en su misión.