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Jamie Cullum: «La música aburre cuando no emociona, yo necesito nervio»

El músico presentará mañana su noveno y último trabajo, «Taller», en el Teatro Real.

Jamie Cullum / Foto: David Jar
Jamie Cullum / Foto: David Jarlarazon

El músico presentará mañana su noveno y último trabajo, «Taller», en el Teatro Real.

Ha sido la banda sonora del álter ego de Clint Easwood en «Gran Torino», presentador radiofónico de un programa musical en una cadena británica, compositor precoz y multipremiado, apasionado reincidente de la fotografía y nómada fugitivo en la época de un Londres que, como diría Sabina, era Montparnasse sin gabachos. Ahora, tras cinco años de silencio creativo y reposo sonoro, el músico Jamie Cullum (Reino Unido, 1979) reaparece con «Taller», uno de los trabajos más libres y personales hasta la fecha que presenta mañana dentro de las atentas paredes de la Sala Principal del Teatro Real y el miércoles en el escenario verde del festival donostiarra de Jazzaldia. Alguien que invierte su primer préstamo estudiantil en la grabación de su primer disco y afirma que una de las cosas que más le gustan de la vida es «la sencillez de la rutina» no debe, a priori, dejarse embaucar por la trampa del éxito. Charlamos con el de Essex desde el cielo de Madrid para comprobar hasta qué punto su autenticidad como músico se corresponde con su honestidad como compositor:

–Han pasado cinco años desde que sacara su anterior disco y ahora vuelve con un sonido muy diferente a sus anteriores trabajos. ¿Reinventarse en la música es por necesidad o aburrimiento?

–Es muy diferente ser un fan que ser un creador de música y yo tengo la suerte de ser ambos. Soy un gran seguidor de la música. Quiero saber qué está haciendo Ben Folds o qué está haciendo Kendrick Lamar, en definitiva, todas las personas que me gustan. ¿Y sabes cuándo es aburrido? Cuando no estás emocionado por cantar una canción en el escenario. Cuando dices, «bueno, allá vamos» pero detrás de eso no hay ilusión por hacerlo. Necesitas sentirte nervioso y no olvidar esos nervios. Necesitas tener un miedo positivo.

–¿Cual es la temática principal de este nuevo trabajo?

–Es un trabajo honesto y emocional. Espero que después de que la gente escuche el disco pueda llegar a sentir que me conoce un poco más. Me gustaría hacer de mis canciones el objeto principal de mi proyecto. He interpretado, tocado y versionado temas de otros artistas y eso es algo que me encanta, pero esta vez quería que el álbum hablara de mí.

–¿Cree que la «diferencia» como concepto creativo es algo que conlleva más cosas negativas que positivas?

–Los artistas que más admiro son aquellos músicos que son maestros, auténticos artesanos del oficio, como los Beatles, Prince, Jack White, Herbi Hancock o Joni Mitchell. A la hora de crear, la «diferencia» es una búsqueda que tienes que hacer. Buscar respuestas y tratar de hacer algo hermoso.

–¿Verdaderamente el tamaño importa?

–(Ríe) Al final el tamaño de tu cerebro y de tu corazón es la única dimensión que importa. Tú no eres muy alta, sabrás entenderme (risas). Cuando era pequeño pensaba «tiene que ser algo increíble el hecho de ser alto», pero era algo que nunca iba a pasar porque nadie de mi familia lo era. Lo más importante de la canción «Taller» es mi mujer. Ella es más alta que yo pero no solo a nivel físico. Tiene alto el corazón y eso es una de las peculiaridades más increíbles que he visto nunca.

–¿Qué canción del álbum le ha costado más componer a nivel emocional?

–Creo que «Ending are Beginnings». Habla de un momento complicado en el que amigos míos se divorciaron, hubo algún caso de enfermedad en mi familia... Estaban pasando muchas cosas. Cuando sientes que algo se termina, llegan los comienzos. Es una canción muy liberadora.

-Si tuviera que elegir una canción para describir la ciudad de Madrid (no necesariamente suya o de este álbum), ¿cuál sería?

Mmm antes de subir a esta azotea he estado escuchando flamenco. Camarón me parece fascinante. Y sé que quizás es algo muy típico relacionar una ciudad española con el flamenco y más si vienes de Inglaterra como yo. Es un lenguaje que va más allá del musical. Es original y originario. El flamenco es el sonido en el que siempre pienso cada vez que estoy aquí.

–Si comparara al Jamie de 23 años que empezaba a tocar en bares con el de ahora, ¿diría que hay cosas que siguen siendo las mismas?

–Mi pasión y mi entusiasmo no han cambiado. Hay cosas que sí, como por ejemplo mi voz (risas), mi habilidad para cantar y escribir canciones. Antes pensaba que casi todas las cosas podían salir bien solo con intentarlo, pero ahora sé que eso no es así. Es bastante probable que no vayan bien en el momento en el que tú quieres que lo hagan. Diría que soy un pesimista optimista.