Sección patrocinada por sección patrocinada

Libros

Javier Botet recomienda "La metamorfosis": "Me apasiona Kafka por cómo mezcla lo existencial y lo absurdo"

El actor vuelve al cine tras un año de descanso y estrena esta semana la original «El fantástico caso del Golem»

Javier Botet recomienda "La metamorfosis": "Me apasiona Kafka por cómo mezcla lo existencial y lo absurdo"
Javier Botet recomienda "La metamorfosis": "Me apasiona Kafka por cómo mezcla lo existencial y lo absurdo"SIDERAL / WIKIMEDIA

Por cosas del destino, y de su privilegiado físico para el género, la primera vez que los grandes focos mediáticos tuvieron noticia de Javier Botet (Ciudad Real, 1977) fue en «REC» (2007), dando vida a la macabra Niña de Medeiros. Varios paseos por Hollywood y una especie de año sabático después, el intérprete regresa al cine con «El fantástico caso del Golem», que aprovecha para relacionar con su recomendación: «La metamorfosis».

¿Por qué Kafka?

Porque es, de lejos, mi autor favorito y al que más revisito de vez en cuando. Siempre me ha parecido interesante, desde joven, por cómo mezcla todo lo intrínsecamente humano con lo absurdo, lo que te lleva a los lugares más extremos, más relacionados con lo existencial.

¿Tiende usted al absurdo?

Lo absurdo es, de hecho, la constante de mi vida. Junto a lo inesperado, claro. La vida solo nos ofrece capacidad de abstracción cuando suceden cosas absurdas, que rozan lo irreal. Por eso es mi libro favorito. Que sí, que será muy típico y hasta tópico, pero por algo será. Es fascinante, además, por lo fácil que es de leer, lo accesible.

¿Cuál es la última lectura que le ha llamado la atención?

Ahora, lo que más estoy leyendo son cómics. El último, así más interesante, quizá sea «El fuego», de David Ruiz. Casi me lo leí de una sentada, porque no puedes dejar de pasar páginas. Está guionizado de manera extraordinaria.

¿Qué tipo de lector es?

Uno no muy bueno, porque tengo un importante déficit de atención, hasta diagnosticado. Pero, claro, como actor he tenido que leer muchísimo, más allá de que me cueste centrarme en el negro sobre blanco.

¿Cuándo suele leer?

Donde puedo, pero más que el cuándo, me interesa más el qué. Siempre en papel. En digital tiene que ser por algún tipo de urgencia. De hecho, cuando me toca leer un guion, hasta me lo encuaderno pomposamente, porque me ayuda en el proceso de concentración, en el tiempo que tengo que dedicarle a esas palabras para estar realmente a gusto. Vivo más por las tardes y por las noches, así que mis lecturas las asocio casi con la madrugada.