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El «nordic noir» con más acción

El «nordic noir» con más acción
El «nordic noir» con más acciónlarazon

Por su brevedad y eufonía, Nordic Noir está imponiéndose sobre las demás etiquetas que se asocian a la novela policiaca escandinava. Suena elegante el galicismo «Noir» o «Neo-noir» que los críticos afrancesados aplican a un nuevo tipo de películas que recuerdan al clásico «Film noir» de los años 30 y 40, pero con nuevos planteamientos estéticos e ideológicos: la memoria, la identidad y las nuevas tecnologías. En verdad, se aplica con tal indulgencia que viene a significar lo mismo que novela policiaca pero con el toque «tres chic» del Noir.

Diez títulos y una serie

Detrás de «Hasta la cima de la montaña» se encuentra la clásica novela de intriga criminal, con su buena dosis de acción, como corresponde a un autor mayor de la literatura polar, el sueco Arne Dahl, famoso por su serie del «Grupo A», una «Unidad especial para crímenes violentos de carácter internacional» que lleva protagonizando diez títulos, tres de ellos traducidos al español, y una serie televisiva basada en las cinco primeras novelas.

El «Grupo A» reúne a la élite de la policía sueca, pero en el segundo título es desarticulado para volver a reunirse en el tercero, «Hasta la cima de la montaña», recién aparecido en España con honores de la novela del verano. Arne Dahl, anagrama del apellido del Jan Arnald, es, de todos los escritores polares, el que más disfruta con la acción. Suele enfocar sus novelas desde distintos puntos de vista, a partir de un suceso sin relación aparente con los que se van apareciendo y entrelazándose hasta constituir una «matrioska» rusa que esconde en su interior una trama compleja de intrigas paralelas que mantienen al lector entre el desconcierto y la alerta máxima. Lo entreteje con un flujo de diálogos y reflexiones existenciales de todo tipo, lo cual confiere a sus novelas una densidad psicológica y altura moral rara de encontrar entre sus colegas del «Nordic noir», atrapados en la novela de policías y ladrones en las que el eterno psicópata le come la moral al detective.

Aquí tenemos una pluralidad de voces y enfoques. Una acendrada pasión por la familia y los lazos humanos. Una conciencia social que compagina con la dedicación absoluta, casi mística por resolver los nuevos casos criminales que han traído la globalización, el auge de las cabezas rapadas filonazis, las redes pedófilas, el tráfico de drogas de las mafias de la ex Yugoslavia aliadas a la sempiterna corrupción policial.