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Novela
La Toffana: historia del veneno más famoso contra maridos maltratadores
Vanessa Monfort relata en la novela ganadora del Premio Primavera el escándalo social y el juicio contra Giulia Toffana

En los albores del siglo XVII, en Roma se produce un florecimiento cultural sin precedentes. Caravaggio, Velázquez o Ribera llegaban a la ciudad, donde la astronomía, la ciencia y la medicina salían de la penumbra. Sin embargo, en la Roma de los Papas otro oscurantismo se cernía sobre sus gentes: el retroceso en usos civiles dejaba un atroz rastro de maltrato. Matrimonios concertados de niñas menores, feminicidio no sólo consentido, sino legal, 2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowOpen_accidentes domésticos2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowClose_ normalizados para abrochar matrimonios opresivos... hasta que alguien dijo basta. Y todas las mujeres de Roma ya podían rezarle a una santa nueva: la Virgen Negra tenía un milagroso remedio como agua bendita. El[[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/cultura/teatro/20221028/6ljnzoaamfhabh4tb2gphitdny.html||| Acqua Toffana]] era el camino más rápido y limpio para ungir nuevas viudas y mandar al cementerio hombres abusadores. Un veneno infalible cuya simple mención provocó el terror durante los siguientes dos siglos. Tanto, que Mozart, en su lecho de muerte en 1791, creía haber sido víctima de sus efectos. Esta es la historia de una científica, justiciera, asesina en serie y mártir perseguida y juzgada por la Inquisición. 2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowOpen_La Toffana2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowClose_ es, también, el título de la novela ganadora del Premio Primavera de Novela, de[[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/cultura/teatro/firmado-lejarraga--el-nombre-esclarecido-ME23050693/||| Vanessa Montfort]].
Giulia Toffana nació en Palermo hija de boticaria y se convirtió en alquimista. Sin embargo, tras quedar huérfana, busca su camino hacia la capital de los Papas, en aquel momento un salvaje ecosistema de prostitutas, hampones, buscavidas y una corte venida a menos, arrasada por sucesivas pestes y carencias. En su Sicilia natal, esta mujer real, documentada por la historia, aprende los misterios del laboratorio y queda marcada por su propia experiencia: su madre, harta del maltrato conyugal y ante las amenazas constantes de acabar con la pequeña de ambos, envenena a su marido y termina condenada y ajusticiada. Giulia se jura que evitará a tantas mujeres como pueda el sufrimiento del que ha sido testigo. Llega, como cuentan las actas de la Historia, a Roma, donde encuentra cobijo en un convento y donde concibe una hija estando soltera. Gironima se convertirá en la tercera generación de mujeres justicieras.
[[CONTENT:Image|||67f68c095f33980007275232|||https://img-cms.larazon.es/clipping/images/2025/04/09/B37A4EE1-495B-4398-8598-D8FD48F48450/30.jpg]]
En la caótica y antigua capital del Imperio, Toffana se implica con prostitutas y extiende sus contactos hacia la alta sociedad, produciendo remedios como pócimas abortivas, sedantes e incluso alucinógenos que aplaquen los impulsos violentos de los hombres. Su máxima creación es el indetectable último recurso: un veneno de acción lenta conocido con su nombre: el agua Toffana podía encontrarse en los tocadores de todas las mujeres gracias a una mortífera red de distribución solidaria. Sin embargo, algunas de estas mujeres, creyéndose amparadas en el secreto de confesión, trataban de purgar sus pecados en el sacramento de las parroquias, lo que, unido a la multiplicación de casos por toda la ciudad, desembocó en una investigación judicial 2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowOpen_digna de un C.S.I.2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowClose_, en palabras de la escritora, que muestra las dependencias del Castello de Sant’Angelo como si de su segunda casa se tratase. Allí, según la narración, tiene su residencia y despacho el gran inquisidor y el encargado de investigar el caso, Stefano Bracchi , que desarrolla su actividad a la sombra de una intriga papal bajo el mandado de Alejandro VII y al servicio de los enemigos de su antecesor, Inocencio X, y, especialmente, de Donna Olimpia, conocida como 2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowOpen_La Papisa2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowClose_, cuñada y supuestamente amante del sumo pontífice, con quien convivía en el Palacio Vaticano. Ambos fueron retratados por Velázquez, que transita por las bambalinas de la acción de la novela, como lo hace Caravaggio.
En la fortaleza de Sant’ Angelo es donde se encierra y tortura a las sospechosas con una serie de métodos que pueden describirse como drásticos. Desde el careo hasta las formas más brutales de encierro y tortura (desencajando miembros y con atroces dispositivos punzantes), las sospechosas eran conducidas por unos tétricos pasillos húmedos y cada vez más estrechos. Ahí, las privaciones se llevarán al extremo pero siempre tratando de que las sospechosas no mueran: 2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowOpen_Su objetivo era lograr la confesión y el arrepentimiento –relata Montfort, que apunta a otra característica–. Los juicios de la inquisición, además, se llevaban a cabo con ciertas garantías mayores que los civiles, donde podían dictarse sentencias de forma casi arbitraria2e8e64ef-afa5-4ebc-9458-c95c6d7df205_doubleArrowClose_, dice Monfort, novelista y dramaturga, que ya llevó al personaje a una obra teatral en 2022 . Sin embargo, se calcula que las víctimas de la pócima ascendieron a unas 600, lo que desató una alarma social que convirtió el caso en propagandístico. La respuesta de las mujeres romanas fue la de salir en defensa de sus nuevos heraldos y echarse a la calle para protagonizar una manifestación espontánea. Ese hecho solo logró soliviantar más a las fuerzas del orden, que ordenaron una ejecución pública, en medio de dos días de fiesta laboral, que terminó con sogas y hogueras hasta el propio Campo de’ Fiori, una de las plazas más bonitas de la capital. No estamos destripando nada: la Toffana muere en el segundo capítulo de la novela. Pero lo que viene después es mucho más interesante que la vida y la muerte. Es un desafío a la sociedad y a los dictámenes de Dios.
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