Las llagas no impostadas de Sor Patrocinio
El historiador Javier Paredes lanza la reveladora obra «Arbitrariedad judicial contra Sor Patrocinio»
Madrid Creada:
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Isabel II tenía una mejorcísima amiga, Sor Patrocinio. La Reina Castiza era una mujer contradictoria, de carácter, consciente de los intereses de quienes pedían estar en su entorno. Pero la conocida como la Monja de las Llagas nunca quiso nada a cambio. Una prueba de su amabilidad y bondad, pese a haber pasado a la Historia como una impostora. «Me llama la atención el testamento de Isabel II. Lo hizo en París, en el exilio, doce años después del fallecimiento de Sor Patrocinio. Y la monarca dejó la mayor cantidad de su patrimonio a sus conventos de monjas. Eso demuestra el cariño que le tenía, porque Patrocinio nunca quiso nada por lo que hizo a cambio», explica a este diario el historiador y experto en su figura Javier Paredes. Esta monja es, asegura, «un personaje fabuloso. Fundó 19 conventos de clausura, y en ellos creó colegios para niñas pobres y necesitadas». Sus afirmaciones no son casuales, pues, matiza el experto, «yo no hago ninguna sin un documento que lo respalde». Y el haber pasado, dice, «cuarenta años escondido en un archivo» le convierte en el mayor experto de la vida de Sor Patrocinio y, por tanto, responsable de limpiar la imagen con la que le percibimos hoy.
Paredes, catedrático emérito de Historia Contemporánea de la Universidad de Alcalá, ya cuenta en su bibliografía, entre otras publicaciones, con «Las llagas de la monja. Sor Patrocinio en el convento de Caballero de Gracia» (2015) y «Biografía de Sor Patrocinio (1811-1891)» (2023). Dos obras que rescatan y rehabilita su figura y a la que ahora se suma «Arbitrariedad judicial contra Sor Patrocinio» (Editorial San Román). En términos de limpiar su figura ante ojos actuales, así como de contribuir a su proceso de beatificación, Paredes confiesa que «sí, este ha sido el libro más importante que he escrito». En él aborda el juicio al que se vio sometida en 1835, por el que fue condenada a pena de destierro, y que «fue clave para toda su persecución y mala fama. En él se sentencia que Sor Patrocinio se ha provocado unas llagas para granjearse fama de santa, y para conseguir donativos con los que apoyar a la causa carlista, con la colaboración del padre capuchino Fermín de Alcaraz», relata el autor. No obstante, Paredes lo rebate con un documento que define como «definitivo»: el voto particular de Pedro Sainz de Andino, emitido en 1850 como miembro del Consejo Real, posteriormente conocido como Consejo de Estado. Sainz de Andino no era una figura cualquiera, por lo que sus conclusiones y escritos merecen de gran importancia. En 1849 realizó un informe «que es la base de este libro», apunta Paredes, «y donde destroza el juicio, lo desmonta. Le dice a la reina que no ha habido delito y, por tanto, tampoco delincuente ni cómplice». Unas palabras que resuenan con especial magnitud teniendo en cuenta que Sainz de Andino «fue la figura jurídica más importante del siglo XIX, quien hizo el Código de Comercio, el Código Criminal o el Reglamento del Banco de España. Todas las leyes importantes».
La obra contiene, además, tres apéndices, una documentación que Paredes ubica como fundamental a la hora de hablar de una figura histórica, pero maltratada con el tiempo. ¿A qué se debe no haber pulido su imagen hasta ahora? ¿Por qué se tiene tal concepción después de siglos? «Por pereza», zanja Paredes, «y lo que me estoy dando cuenta con el estudio de su figura es que se debe revisar la imagen que tenemos del siglo XIX, y voy a hacerlo. Se sigue haciendo la historia bajo la mirada de Galdós en los ‘‘Episodios Nacionales’’, pero lo que hay que hacer es dejarse los ojos en los archivos, para evitar la ‘‘porno historia’’ y utilizar más el sentido común»”. Y todo ello lo hace el experto, como la mujer que lleva apasionando su sabiduría estos últimos cuarenta años: sin pedir nada material a cambio.
RESCATAR LA MEMORIA RELIGIOSA
Además de sobre la Monja de las Llagas, Javier Paredes ha publicado con la editorial San Román otras obras sobre Sor María Isabel de Jesús, así como ha sido coordinador de obras como «Los números de Franco. Sociedad, economía, cultura y religión». Todo ello, bajo el firme objetivo de este sello que, asegura, busca «contribuir a sacar a la luz todos los libros descatalogados que han formado parte de nuestro patrimonio», que se han dejado de lado por los diversos estragos del tiempo, y «formar parte de la línea de continuidad de la cultura occidental cristiana de los últimos 20 siglos».