Purificación Pujol debuta con una trama sobre la Ley de Vagos
La jurista se estrena en la ficción con la novela «El honor de los decentes»
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Cuando Purificación Pujol llegó a la judicatura, en 1997, aún estaba reciente la derogación de la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social, también llamada de Ley de Vagos y Maleantes, que, curiosamente, sobrevivió a casi toda la etapa del gobierno de Felipe González (1982-1996). Con la promulgación del Código Penal de 1995, desapareció. Le impresionó tanto que la tomó para componer «El honor de los decentes» (Plaza y Janés), su primera novela, ambientada en los Juzgados Especiales de Vagos y Maleantes de Barcelona, en 1969.
Allí trabaja como funcionaria Bertha, «una mujer valiente que antepone su honor y su dignidad al convencionalismo de la época. Le cuesta, por eso, acatar las órdenes derivadas de la persecución a colectivos disidentes o excluidos de la sociedad por su oficio, inclinación sexual o forma de pensar», detalla Pujol. Aunque la novela es ficción, contiene documentación de sobra para recorrer histórica y socialmente una etapa de la vida española y conocer los entresijos del poder político y jurídico previos a la Transición. «Han sido cuatro años de búsqueda de información y cotejo de datos que enriquecen el relato. La trama humana sale de mis años trabajando como juez que me han permitido plasmar de forma muy real la vida cotidiana en los juzgados, el oficio de los funcionarios y las relaciones entre ellos».
Jurista, docente y exmagistrada, Pujol ha entrado con buen pie en el mundo editorial y en un par de semanas ha conseguido agotar la primera edición de «El honor de los decentes». La trama, urdida con tintes de thriller psicológico, engancha a los lectores y más a los adictos al suspense. Con la justicia como hilo conductor, la novela es un viaje extraordinario a un pasado aún reciente, pero absolutamente diferente a las salas de los juzgados actuales, con 5.500 jueces constitucionales que velan por los derechos fundamentales. Interesante es también el perfil que ha dibujado para cada uno de los personajes que desfilan por la novela, especialmente Bertha, su protagonista. «Es una mujer que se mueve por principios muy arraigados, como el honor, la justicia y el sentido de la decencia transmitido por su padre. Esa dignidad humana intenta aplicarla al ejercicio de su profesión, creándole un gran dilema, sobre todo a raíz de la muerte de su hermano». El argumento se torna especialmente fascinante al saber que está inspirada en un hecho real, un delito similar que la autora tuvo que instruir en una de sus actuaciones profesionales como juez.
Pujol, conocida como la juez que más sentencias firmó en España en 2011 y superventas por sus libros jurídicos, es también la autora de «Un divorcio elegante», cuyo prólogo firmó Isabel Preysler. Su novela le ha exigido acudir a otras fuentes y rebuscar en mercadillos libros descatalogados, pero asegura que ha sido apasionante y le ha abierto el apetito de más.