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Los Vivancos: "Nuestro padre ha sido nuestro maestro yoda"

Foto: Miquel /Shooting
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Dicen que juntos son más que seis. Judah, Israel, Elías, Cristo, Aarón y Josua: Los Vivancos. Recién aterrizados de Mónaco, hacen un alto en la terraza del ático del hotel 1898 de Barcelona donde se tiran a la piscina. Lo suyo es un toque ibérico. Entre sus súper poderes está el que no les pican los mosquitos ni les salen caries. Preparan espectáculo nuevo donde quieren llevar al público detrás de las bambalinas y aseguran que el baile «es como una meditación».

Si tuvieran que bailar sobre un suelo de ajedrez, ¿qué fichas serían?

Cristo: Los Vivancos, por ser un tipo de artista muy versátil, seríamos la reina.

La escuela de guerra entrenó a la Selección española de rugby ¿a ustedes?

Todos: Los espartanos (risas).

Roncero diseñó un postre con la bota de Charles Chaplin. Si hicieron uno de los tacones de Los Vivancos, ¿qué ingredientes llevaría?

Todos: Fuego. Unos tacones muy gastados.

¿Creen que el polo norte ardería con sus pisadas?

Josua: Dicen que una parte es por la polución que empleamos, otra es natural y un 10 por ciento es la fricción del tacón de Los Vivancos. Pero se dice, no se ha podido comprobar científicamente.

Con sus nombres bíblicos. ¿Para qué son los elegidos?

Elías: Para conquistar el mundo (risas). Dentro de nuestro propio destino, sin querer ser Neo, de Matrix, es verdad que es muy curiosa nuestra vida. Podríamos decir en cierto modo que el destino nos eligió para llegar donde estamos. Nuestro propósito final no lo sabemos, pero sí hay algo de destino en lo que hacemos.

Tienen el récord Guinness por sus 1.317 golpes de tacón en 60 segundos. ¿Encierra algún código morse?

Todos: Pues no lo hemos mirado, habría que preguntárselo a Israel que fue quien lo ejecutó.
Israel: El código es valor, fuerza y superación.

¿A quién le mandó ese mensaje encriptado? ¿Recibió respuesta?

Israel: A cualquier persona. Sí, recibimos respuesta de toda la gente que viene a vernos, a ese mensaje de que nada es imposible y de que los sueños se hacen realidad.

¿Se consideran un milagro del código genético?

Elías: No, para nada. Es mucho estudio, tenemos buena genética, eso es cierto...
Cristo: genética normalita y bastante trabajo.

¿Vosotros pensáis que se puede taconear en el mar?

Judah: Por su puesto que sí. Lo importante es encontrar un escenario acorde. Dentro del agua el sonido viaja con una mayor intensidad que por el aire.

Josua: si fuéramos sirenas no podríamos taconear. Imagínese con pies y cuerpo de pez: podríamos zapatear y el mundo entero escucharía las ondas.

¿En qué se mojan ustedes?

Israel: En esta entrevista.

Elías: No solemos mojarnos mucho, somos bastante cautos ahí; pero cuando lo hacemos, metemos los zapatos debajo de la piscina.

El ratón Mickey Mouse bailaba claqué en las películas de dibujos animados. ¿Piensan homenajearle para atraer a las nuevas generaciones?

Josua: Pues fíjate que sí. De hecho va a haber claqué en el siguiente espectáculo, pero no vestidos de Mickey.

¿Qué le gustaría transmitir a los más jóvenes?

Cristo: Que si están viendo algo bonito, saquen sus ojos de las pantallas de los teléfonos móviles. Las pantallas muestran una vida ficticia y se pierden las cosas grandes de la vida.

¿Sus hijos les imitan?

Elías: sí, desde que estaban en la barriga. En la primera ecografía de Noah, mi primer hijo, la ginecóloga no sabía que yo bailaba y me dijo: «Mira, está taconeando». Verdaderamente, me quedé muy impresionado.

Ustedes que juegan a la «Guerra de las Galaxias». ¿Quién es su Yoda?

Elías: Nuestro padre ha sido nuestro maestro Yoda y siempre lo será.