Juan Scaliter

Marte: ¿quién será el primer criminal espacial?

En diez años habrá comenzado la exploración de ese planeta, pero lo desconocido no solo será el terreno, sino también las leyes y normativas.

Marte: ¿quién será el primer criminal espacial?
Marte: ¿quién será el primer criminal espacial?larazon

En diez años habrá comenzado la exploración de ese planeta, pero lo desconocido no solo será el terreno, sino también las leyes y normativas.

Finalmente, este año una tripulación multinacional llegará a Marte. De hecho, ya están en camino y, a medida que la nave se acerca a nuestro vecino planetario, son más y más los dilemas que se solidifican, cuando antes eran apenas conjeturas. Al igual que sucedió con el lejano oeste, una tierra inexplorada, sin leyes, con autoridades que desconocían las normas o las iban creando en el camino y con nuevos tipos de tramas y delitos –nuevas fronteras en todos los sentidos– la exploración espacial comienza un recorrido similar. Como nos ha ocurrido a menudo, lanzamos una nueva tecnología, o a nosotros mismos, hacia el futuro sin anticipar las consecuencias. Lo hicimos con la energía nuclear, con la genética, con los alimentos transgénicos y ahora con la exploración espacial.

La exploración lunar fue fácil. Apenas un par de días allí, los alimentos eran llevados desde la Tierra y los conflictos entre la tripulación casi inexistentes debido al corto período de tiempo. Tampoco había riquezas que explorar ni empresas privadas que formaran parte vital del viaje. Sin embargo, en los viajes a Marte todo es distinto.

Dependiendo de las órbitas de ambos planetas, un viaje a Marte puede tomar entre 150 y 300 días. Solo el viaje. Luego la intención es que la tripulación permanezca allí al menos 18 meses. Si bien los doce tripulantes seleccionados para este primer viaje han llevado a cabo simulaciones previas de aislamiento, la realidad es que nada los prepara para lo que enfrentarán allí. Estamos ante un entorno real en el que es imposible decir «Me escapo» o «Renuncio». En el planeta rojo no existe esa opción. A eso se suma la edad de los candidatos, no más de 27 años, muy jóvenes y volubles en muchos sentidos. Así, los expertos en el incipiente campo de derecho espacial han comenzado a alertar de los posibles escenarios de una conducta violenta entre los miembros de la tripulación.

Delincuentes en el espacio

¿Qué pasaría si hay un crimen en Marte? ¿Con qué leyes se juzga al agresor? ¿Quién se convierte en juez a millones de kilómetros del tribunal más cercano? ¿Y en verdugo? La tensión, el aislamiento, los desafíos (del clima, la alimentación, la falta de escapatoria...) pueden llevar la conducta humana a extremos cuyas consecuencias aún no hemos pensado y menos resuelto. A todo ello se une que las comunicaciones demoran unos 30 minutos en llegar de un punto al otro, por lo tanto, en un caso de emergencia, la respuesta (si es que existe una directa) tardaría como muy poco una hora en llegar. Así que la pregunta es quién será el primer delincuente en el espacio.

La agencia espacial rusa, la Nasa, la ESA... hasta hace 20 años eran las únicas representantes del ser humano en el espacio, pero la llegada de las empresas privadas ha cambiado eso. Impulsadas no solo por la sed de conocimiento, sino también por el afán de descubrir y explotar nuevos elementos o minerales decenas de compañías han lanzado sus propias iniciativas en este viaje a Marte. Solo hay un problema: recordad China 2024. Ese fue el año de la crisis de los metales raros, cuando el gigante asiático, dueño de un 80 por ciento de este imprescindible recurso tecnológico, decidió alzar los precios y tambaleó la economía global.

Algo parecido puede suceder si una empresa descubre una fuente de riqueza en Marte que no exista en la Tierra y se hace con el monopolio de ella. Es algo similar a lo que ocurrió en su momento con la fiebre del oro en California, solo que en este caso el «oro» que se descubra en Marte no lo podrá explotar nadie más y será propiedad de una sola compañía. Y no, ante este peligro, tampoco estamos prevenidos.