Canción a canción

Crítica de "Hackney Diamonds": Los Rolling Stones vuelven a lo grande

Realizamos una crítica, canción a canción, de su nuevo disco, «Hackney Diamonds», que se publica este viernes

Ron Wood, Mick Jagger and Keith Richards of legendary British rock band, The Rolling Stones pose on stage during a launch event for their new album, "Hackney Diamonds" at Hackney Empire in London
Ron Wood, Mick Jagger and Keith Richards of legendary British rock band, The Rolling Stones pose on stage during a launch event for their new album, "Hackney Diamonds" at Hackney Empire in LondonAFP

Los Rolling Stones se han tomado dos décadas para sacar una docena de canciones nuevas. Hacía años que ellos mismos venían anunciando nuevo disco, pero la falta de motivación e inspiración provocó no pocos intentos abortados. Hasta ahora. Pero, ¿mereció la pena? Esto es «Hackney Diamonds» canción a canción.

1. «Angry»

Fue el primer single de adelanto y más de uno se quedó de piedra. ¡Qué canción! Si alguien quiere conocer cuál es el secreto del «sonido Stones», basta con saborear este tema. Un riff portentoso, una batería inclemente y la voz de Mick Jagger. Un clásico instantáneo a la altura de –oh, blasfemia– «Brown Sugar», «It’s only rock and roll» o «Start me up». Si buscaban un nuevo «llenaestadios», ya lo tienen.

2. «Get close»

De nuevo vuelven las guitarras y esos gloriosos riffs que tanto han dado al rock and roll. El alto volumen de las hachas es absolutamente llamativo. Sí, han querido sonar especialmente fuertes, gracias a Dios. Un medio tiempo de esos que bordan y unos coros fantásticos de Keith Richards, como siempre ha acostumbrado. Y ese sonido de saxofón que también es marca de la casa.

3. «Depending on you»

Los Rolling Stones más relajados. Fácilmente se presume que es una composición de Richards por esa forma de tocar la guitarra acústica. También está ese brillante órgano de Chuck Leavell y la slide de Ron Wood. Una balada en absoluto cursi, entre otras cosas porque Jagger se aleja de amaneramientos y consigue mantener la tensión hasta el final con arreglos de cuerda incluidos. Otra canción de altura.

4. «Bite my head off»

Un, dos tres… ¡y rock and roll! Otra canción de corte genuino con un riff que empasta con la melodía vocal. De nuevo con las guitarras a todo volumen. Y de pronto llega Jagger y nos dice: «Sí, si fuera un perro, sí, me patearías / Pasaría la noche aullando por tu casa / Pero no estoy atado, sí, bueno, no estoy atado / Crees que soy tu perra, estoy jodiendo tu cerebro». Efectivamente, más Stone que los Stones.

5. «Whole wide world»

Otra canción que empieza a todo trapo y con la voz distorsionada de Jagger. Tampoco parece el mejor comienzo… hasta que llega el estribillo. Es entonces cuando todo tiene su explicación y se vuelve brillante con ese acercamiento pop en el que se vuelve a demostrar que son maestros cuando encuentran melodías inspiradas. La guitarra de Wood también es de nivel.

6. «Dreamy skies»

El tema country de los Rolling Stones por cortesía, cómo no, de Keith Richards. Él comienza con su guitarra y su voz, más el slide de Wood. Sin embargo, hay sorpresa: el guitarrista se alterna con Jagger a la voz, magnífica, como si quisieran demostrar que su espíritu de colaboración reverdece ahora viejos laureles. Y para que no falte otro guiño clásico, armónica de Jagger. Excelente.

7. «Mess it up»

Tras un breve instante de relajación, vuelven los Stones de (casi) toda la vida con una canción que, atención, remite a los tiempos de «Some Girls». Y eso son palabras mayores. Es fácil saber que el estribillo es obra de Jagger por esa forma tan juguetona de hacer falsetes que tanto le caracteriza. Además, a mitad de canción aparece un riff de lo más funky que aporta ese gamberrismo tan característico de la banda.

8. «Live by the sword»

Es tremendo que a estas alturas Jagger mantenga todavía esos registros vocales. El hombre es una maravilla de la naturaleza. Lo que podría ser una canción insustancial en boca de otra gente, el hombre lo transforma en una cosa mayor de lo que realmente es: una composición algo discreta pero tan bien ejecutada que encaja en el disco. De nuevo Wood está estupendo a la guitarra.

9. «Driving me too hard»

Los Stones se relajan un poco para entregar una de esas piezas que suelen pasar inadvertidas entre tanta exuberancia interpretativa pero que el tiempo transforma en gemita oculta. La batería suena gloriosa y las guitarras empastan a la perfección con otro derroche vocal de Jagger. Y de nuevo: los Stones dan en el clavo cuando se ponen sentimentales sin traspasar la línea de lo empalagoso y superficial. Fantásticos los coros y el Hammond de Leavell.

10. «Tell me straight»

Nuevo espacio para una balada de Richards con un riff y acordes más curiosos que buenos. Jagger hace los coros y la batería suena muy bien, pero el tema es, sin duda, el más prescindible de todo el álbum, aunque es posible que entre en los directos para que Richards se divierta un poco.

11. «Sweet sound of heaven»

Segundo single de adelanto con Lady Gaga como invitada especial. La elección es excelente porque todo el mundo sabe lo bien que quedan este tipo de voces con la de Jagger. Una balada soul que remite a cosas como «I got the blues» y material de «Exile St»... Es decir, una canción de altura refrendada por unos extraordinarios arreglos de viento en la parte final de la ejecución.

12. «Rolling Stone»

La banda acaba el disco (¿el último de su carrera?) con una canción del mismo título que la banda y con una interpretación en la que todo vuelve a la base. Es un blues puro sin artificios. Solo guitarra acústica, con un gran Richards, la voz de Jagger emulando a Muddy Waters y armónica. El broche perfecto.