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Paco Damas, contra la invisibilidad de las poetas

El músico presenta “Invisibles”, la segunda parte de su proyecto musical “Las Sinsombrero”, donde rescata voces poéticas como las de Zenobia Camprubí, Concha Espina o Rosario Castellanos
El músico Paco Damas
El músico Paco DamasLa Razón

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Es un proyecto que trasciende la denominación de producto cultural. Se trata de una obra de valor pedagógico y de recuperación de nuestro patrimonio cultural, incompleto por el tratamiento que tradicionalmente han recibido las mujeres creadoras. El trabajo de Paco Damas, que desde 2011 lleva cantando a mujeres poetas por todo el país, tuvo como punto álgido el trabajo “Las Sinsombrero” (2017), que ahora ve su continuación con “Invisibles”, un disco-libro que amplía la nómina hacia las voces de otras artistas que nunca antes habían sido escuchadas. “Son palabras poderosas y unas biografías realmente interesantes que merecen que las conozcamos”, dice Damas sobre un proyecto que ha servido para dar a conocer a estas escritoras a cientos de miles de estudiantes.
Damas encontró el camino en los poetas, aunque, claro, primero en los hombres. Así lo favorece la sociedad. “Este es mi séptimo disco. Encontré el camino en la poesía, que primero me emocionó la de Miguel Hernández y la de Juan Ramón Jiménez. Pero descubrí un grupo de mujeres que me impactó, porque tenían una altura poética muy importante: las Sinsombrero de la Generación del 27. Desde entonces, llevo más de 1.000 conciertos por la España vaciada cantando a la igualdad cuando nadie se ocupaba de eso”, dice el artista, al que nadie puede culpar de oportunismo. “(Risas) Al contrario. Incluso podría yo señalar... porque de mi primer trabajo se hizo una copia prácticamente literal por una persona cuyo nombre omitiré, y tuvimos algún problema. Pero yo empecé hace tiempo este trabajo que es una investigación. Y aquí abro el abanico hacia autoras que no pertenecen al 27. Mujeres muy poco conocidas, como Carmen de Burgos, Concha Espina, Zenobia Camprubí, autoras a las que nadie ha cantado y también canto a Rosario Castellanos y a Concha Méndez, para llegar a más autoras”, explica.
La nómina de estas poetas es larga: María Teresa León, María Lejárraga, Pilar de Valderrama, Sagrario Torres, manuela López, Concha Zardoya... muchas de ellas nunca antes cantadas. ¿Por qué llevan tanto tiempo en la oscuridad? “Hay un sistema de patriarcado indiscutible que hacía que estas mujeres estuvieran predestinadas al cuidado del marido o del hogar. Pero en el caso de muchas de las que hablo, eran empoderadas, intelectuales. Por eso, el concepto de invisibles o sinsombrerismo era quitarse el corsé que las apretaba. Y si no hubiera estallado la Guerra Civil, habrían lanzado a por la igualdad, que era por lo que luchaban”, señala Damas.
Casos como el de Zenobia Camprubí, que era el sostén de Juan Ramón Jiménez, “pero era una intelectual muy preparada, escribía en francés e inglés y era la traductora de Rabindranath Tagore. La figura de las parejas ha opacado a esas mujeres. Carmen de Burgos fue la primera corresponsal de guerra de este país y poeta. Yo rescato una poesía de 1903 que canta conmigo Estrella Morente”, cuenta el músico. “A Carmen de Burgos la localicé en un archivo de la Biblioteca Nacional. Si hablas de Concha Espina, todo el mundo sabe que hay una calle cerca del Bernabéu, pero nadie sabe que era una poeta de Santander y estuvo nominada al Nobel de Literatura tres años. Es una mujer de enorme altura literaria”. Así se comprende mejor que el disco se llame “Invisibles”. “Llegar a ellas me ha llevado tres años de investigación”, revela.
Damas compara su labor con la de las Misiones Pedagógicas: “Doy una media de 60 conciertos al año, y la mitad son para alumnado. He cantado para más de un millón de chicos en teatro a lo largo de todos estos años. Ellos creen que la experiencia va a ser un cantautor con guitarra aburrida y ven otra cosa. Yo hago pop cantando a estas mujeres y mi objetivo es llevar poemas que tienen, la mayoría, más de 80 años, al gran público. Acercar la poesía a los jóvenes con ritmos contemporáneos”.
Sus discos incluyen un código QR que lleva a una plataforma educativa. La respuesta de los alumnos es siempre positiva: “Mira, yo siempre regalo discos a los que me hacen preguntas durante el concierto, porque yo voy generando conversación con el público explicando quiénes eran esas mujeres y qué hacemos. Y regalo discos a quienes se interesa. Suelo entregar unos 60 por concierto. Si no tuvieran interés, no participan. De ''Las Sinsombrero'' repartí 40.000 copias gratis a los colegios e instituciones”, dice el compositor. La respuesta es siempre mejor en las ciudades pequeñas, en los lugares alejados de las grandes ciudades. “A veces, para llenar un auditorio de Madrid, es difícil. Y muchas veces necesitas llevar a alguien famoso para que te hagan caso. Pero en municipios medianos te llaman para ir, porque la gente queda contenta. Es casi una batalla cultural, una defensa de la historia frente al “showbussiness””.