El «rasca y pica» musical de Tokischa
La artista puertorriqueña se encuentra en pleno «Popola Presidente Tour», que recorrerá países Europeos, entre ellos España
Madrid Creada:
Última actualización:
Poco tiene que ver la que vemos en los escenarios, los videoclips o los programas de televisión, con la Tokischa que nos recibe para esta entrevista. En un hotel céntrico de Madrid, la artista puertorriqueña amanece, que no es poco. Admite que le ha costado levantarse, y la espera previa así lo advertía. «Estoy bien, contenta, pero agotadísima. Necesito vacaciones», dice, recostada sobre el sofá de su suite. Está en pleno «Popola Presidente Tour», gira que ofrece por Europa, y donde promete «hacer lo que amo, sintiéndome a mí y a la música». Y en esos planes entra España: además de los conciertos, presenta una colaboración con Bad Gyal, artista de la que se considera una gran seguidora. «Desde la primera vez que la escuché, me encantó. Me gusta mucho su lírica, dice cosas de una forma que yo nunca había escuchado, un léxico único, y una melodía y métrica diferentes», asegura Tokischa, quien también se siente abanderada de la libertad femenina en la música. Para la cantante de «Perra» o «Linda» (esta última junto a Rosalía), se conquista esa independencia creativa «siendo una mujer que trabaja para lograr sus objetivos y sus sueños, sin miedo a decir lo que siente y lo que quiere. Desde que me independicé, soy responsable de mí y nunca he vuelto a mirar atrás, y siento que esa ha sido mi libertad, depender únicamente de mí misma».
Tokischa pertenece a una generación de artistas que, a nivel internacional, están eliminando, poco a poco, tabúes que, a estas alturas, consideran innecesarios. No pasaron desapercibidas en España las críticas que se difundieron en redes sociales cuando Rosalía lanzó su último disco, «Motomami». «Una crítica a 15 segundos de una canción demuestra la incomodidad ante una mujer expresándose sobre su sexualidad», opinaba la de «Malamente» a este diario. Y es que, si algo está sucediendo en la música, sobre todo entre géneros latinos, es el empoderamiento femenino en cuestión de sonidos y letras. Recuerda Tokischa cómo en su país, «que es muy conservador y moralista, cuando empecé a hacer música tan liberal y abierta me querían cancelar, prohibir. Incluso los artistas me bloqueaban y no querían colaborar conmigo por lo explícito de mis letras». No obstante, esto no la frenó, y el paso del tiempo actuó en su favor: «Al final, todo el mundo terminó cayendo a los pies de mi ‘‘flow’’ y mi libertad. Artistas que hacían música limpia se pasaron a la sucia. Intentaron pararme, pero no pudieron, tuvieron que unirse a mí». La música puertorriqueña, por tanto, además de ser escuchada en el extranjero, como es el caso de España, de la mano de otros artistas como Bad Bunny, Daddy Yankee o Rauw Alejandro, asegura Tokischa que «se está volviendo más cruda, es un movimiento cada vez más del barrio». Un rasca y pica musical donde se dice lo que se quiere, como se quiere, y haciendo oídos sordos a voces moralistas.
Para Tokischa, «no se puede hablar de límites a la vez que de libertad de expresión», y su música pretende ir bajo esta máxima. Además de ser embajadora de su país y defensora de la «música sucia», Tokischa también vela, tanto en su gira como en sus canciones, por la libertad en cuanto a la sexualidad. «Me siento parte del colectivo LGTBIQ+, porque me identifico como una persona bisexual, pero sobre todo porque somos personas que, por nuestras elecciones, por lo que llevamos dentro, somos rechazados, y que haya una comunidad donde nos apoyemos, queramos y aceptemos es muy bacano». Reivindicación, inconformismo, pero también timidez y cierta curiosidad: «Me gustaría cantar ópera y rock, pero tengo que aprender aún. Mi principal objetivo es el de cantar el Ave María, pero hace falta mucha preparación para eso», dice, y sorprende.