Cultura

Música

Sweet California: «Hemos madurado, pero aún no somos Pablo Alborán»

En su nuevo álbum, titulado «Origen», la «girl band» vuelve a cantar en español, aunque sigue imperando en sus temas la variedad de estilos.

Sentada con LA RAZÓN, Sonia Gómez; detrás, Alba Reig y a su lado Tama Nsue. Foto: Connie G. Santos
Sentada con LA RAZÓN, Sonia Gómez; detrás, Alba Reig y a su lado Tama Nsue. Foto: Connie G. Santoslarazon

En su nuevo álbum, titulado «Origen», la «girl band» vuelve a cantar en español, aunque sigue imperando en sus temas la variedad de estilos.

La girl band Sweet California regresa a sus orígenes con un disco más adulto, completamente en castellano, en el que las artistas son coautoras de todos los temas. Se trata de su cuarto álbum de estudio, que arranca una nueva e ilusionante etapa. Tras viajar a ciudades como Miami y Lisboa, las tres se han volcado de lleno en la composición y creación de cada una de las nuevas canciones, que haberlas haylas para distintos momentos y estados de ánimo. Unas para bailar, otras para llorar; han pretendido buscar un sonido único y se han terminado encontrando a sí mismas. He aquí un trío «inseparable», afirma Sonia Gómez, que es quien responde. Tres mujeres con proyectos, muchas ganas de trabajar y una moral a prueba de malos tiempos.

–¿A qué suena este disco?

–Hemos pretendido buscar un sonido único. Aunque, en realidad, hemos querido buscarnos a nosotras mismas.

–¿Se han encontrado?

–Totalmente. El 98% de este disco está compuesto por nosotras. Y no hay mejor manera de encontrarse que componiendo.

–¿Y qué siente una cuando se encuentra?

–Pues una sensación bastante bonita. Nos han dejado viajar, experimentar..., trabajar todo desde cero. Y eso a los artistas siempre nos viene bien, nos ayuda a crecer.

–¿Cuál es su origen?

–Las tres procedemos de familias muy humildes, que nos han inculcado muchos valores. Por eso valoramos tanto todo lo que nos está pasando. Damos gracias a la vida por poder vivir de lo que nos gusta.

–¿Y su destino?

–Mantenernos. Seguir viviendo de la música.

–El álbum está compuesto por 13 canciones. No son ustedes supersticiosas...

–Para nada. De hecho, el 13 nos parece un número precioso.

–La carta de presentación es «Loca». ¿Qué les enloquece?

–La música, los valores que hemos querido plasmar en este disco. Esta canción tiene un mensaje que es muy positivo, de quererse a uno mismo, de amor propio y libertad al tiempo. Y si no hay nadie, bailamos solas. La vida hay que vivirla, disfrutando de cada momento, puesto que no sabemos qué hay más allá.

–¿Quién es la más loca de las tres?

–Esa es una pregunta bastante complicada de responder. Las tres estamos locas, va por momentos, nos vamos turnando em nuestra locura (risas).

–¿La mayor locura de su vida?

–La de Alba y la mía, venirnos a Madrid hace seis años. Yo me vine con las manos vacías, sin conocer a nadie, sin tener nada... El primer año me tuvieron que ayudar mis padres económicamente. Pero, afortunadamente, los sueños se cumplen cuando se trabaja. Siempre hay recompensa.

–«Las heridas no me hacen nada, los problemas no importan...», cantan.

–Las heridas nos hacen más fuertes y nos enseñan. Yo, personalmente, nunca veo el lado negativo. Soy demasiado optimista para el mundo en el que vivimos. Sigo teniendo fe en la humanidad.

–¿La música qué para?

–Lo puede parar todo y ayudar a superar esos momentos de decadencia y tristeza.

–Otra canción se titula «El amor es el amor», pero ¿qué es el amor?

–Lo que mueve el mundo y permite conseguir lo que uno se proponga.

–¿A qué son ustedes adictas?

–A las giras, a las firmas de discos, a la música de nuestros compañeros... Todos los viernes estamos atentas a lo que saca cada artista.

–Ahora que han vuelto a cantar en castellano, ¿no han barajado españolizar su nombre?

–Es verdad que como te entiende el público en tu idioma no te va a entender en ninguna otra lengua. Quizá españolizar nuestro nombre sería una buena opción, aunque lo vemos un poco raro. Una vez dije que en español nos llamaríamos Dulce Andalucía, pero Sweet California se queda como está (risas).

–También han cambiado sus colores de pelo. ¿Cuál será el siguiente tinte?

–Poco a poco iré llegando a mi color natural, que llevo así casi seis años. En cualquier caso, no sabemos cuál será el siguiente con el que experimentar.

–¿El éxito madura?

–Maduramos las personas, aunque tampoco nos consideramos Pablo Alborán, por decirte un nombre dentro de la música. Nos queda mucho por conseguir. Pero es cierto que en este mundo se está más expuesto, que hay que madurar antes y aprender mucho más rápido.

–¿Eso cansa?

–No.

–¿Agobia?

–Tampoco. Es más, cuando tenemos una semana de vacaciones, nos aburrimos. No sabemos estar sin nada qué hacer. Somos muy activas. Al final, una se acostumbra a vivir a un ritmo tan rápido. No podemos parar. Las promos, las firmas, las giras... es lo que nos da la vida.

–¿Qué pasaría si las intentaran separar?

–Somos inseparables.