Música
Tito, el atípico de los Jackson 5
Vivió su infancia junto a Michael Jackson y sus hermanos sobre los escenarios, pero prefirió pasar desapercibido
Pop hecho por negros. Tintes de soul callejero, pero también medido, sofisticado, comercial. Así era el sonido de la Motown: un género en sí mismo. Un estilo musical con estructuras concretas, que trataban de hallar la integración racial a través de la música popular. Una suerte de estrategia comercial que flotaba sobre una filosofía clave: trabajar para triunfar. Entre los años 60 y los 80, nació en Detroit esta discográfica con receta. Fichaban a bandas, masculinas y femeninas, y sus canciones iban al grano: duraban menos de cuatro minutos, sus estribillos eran atractivos y pegadizos, y también había coreografía y una meditada puesta en escena. La Motown, por tanto, aterrizó en los años 60 a buen ritmo y para cubrir una ausencia cultural, que era la de ofrecer música pop a un público negro estadounidense y segregado. Y el plan les salió a la perfección. En esta discográfica independiente se grabaron los sonidos de Marvin Gaye, Stevie Wonder, The Temptations o los Jackson 5. Todos ellos alcanzaron la fama y la gloria, aunque no para todos fuese necesario o incluso plato de buen gusto. Era el caso de Toriano Adaryll Jackson, conocido –aunque no tanto– como Tito Jackson.
Fue el tercero de los hermanos del rey del pop, y por tanto parte del exitoso producto de la Motown. Junto a Jackie, Jermaine, Marlon y Michael, formó parte de una banda que llevó a las listas de éxitos temas como «I want you black», «ABC» o «I’ll be there». Pero Tito lejos quedó de los idilios del triunfo, fue un Jackson atípico, el extremo contrario al de su hermano Michael. Y por ello el artista, que falleció el pasado domingo a los 70 años, ha pasado a la historia como «el Jackson silencioso».
Prefería una vida alejada de los focos. De hecho, que formase parte de los Jackson 5 fue en cierto modo una casualidad: mientras que sus hermanos demostraban desde la infancia sus talentos musicales, él no comenzó a tocar por iniciativa propia. Un día su padre le sorprendió jugueteando con una guitarra, y le animó a formarse alrededor de ella. Tiempo después llegó la icónica banda, los focos, los bailes y los éxitos, pero Tito nunca quiso destacar más de lo necesario. Solo habría la boca para participar en los coros de ciertas canciones del grupo, y prefirió una vida más familiar que de excesos. Era consciente de ello... y de sus consecuencias: «Siempre he sido el miembro más callado del grupo, así que la gente hace bromas sobre mí», explicaba en una entrevista concedida en 2018, «uno de mis jugadores de baloncesto favoritos, Charles Barkley, dijo: ‘‘Si Tito no estuviera en los Jackson 5, ¿le echaríamos de menos?’’ Eso me golpeó en el corazón, me machacó».
Pasó desapercibido, pero fue parte crucial de la formación. Cuando los Jacksons dejaron las estratagemas de la Motown y se unieron a Epic –en la anterior discográfica parte de la música de las canciones las grababan los propios músicos del estudio–, Tito empezó a grabar sus partes de guitarra en las canciones. También tuvo su experiencia en solitario, publicando su primer disco en 2016 bajo el título «Tito Time». Junto a sus hermanos Marlon y Jackie, ha continuado actuando en honor a tiempos pasados. Por lo tanto, sí formó parte de la música popular, fuese con mayor o menor brillo. En las canciones queda constancia: son ellas, al fin y al cabo, las que permanecen.
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