Resuelto el misterio de la "puerta del infierno" que provocó numerosas enigmáticas muertes
El templo de la ciudad de Hierápolis, en la actual Turquía, es conocido por estar maldito por el "aliento de Hades"
Cuenta la leyenda que en el templo de Plutonio se encuentra el portal al infierno, un misterioso lugar ubicado en la ciudad de Hierápolis donde el aliento del Hades (Plutón para los romanos), causaba la muerte "instantánea" de todo ser viviente.
Los augures llevaban toros u ovejas al santuario y "por la mano del Dios Plutón" los animales caían muertos. Sin embargo, el misterio va más allá, porque lo que más perturbaba a los pensadores y la sociedad de la época era que los sacerdotes, en lugar de morir como el resto de animales, salían revitalizados. Escritores de la época, como Plinio el Viejo o el geógrafo griego Estrabón, describieron el templo como un agujero por el cual brotaba aire.
“Es una abertura de tamaño moderado, lo suficientemente grande como para admitir a un hombre, pero alcanza una profundidad considerable, está lleno de un vapor tan brumoso y denso que apenas se puede ver el suelo. Los toros que son conducidos allí caen y son arrastrados muertos. Yo eché gorriones e inmediatamente exhalaron su último suspiro y cayeron", escribió Estrabón en el Libro 13 de su enciclopedia geográfica.
Plutonio, como toda la ciudad de Hierápolis, data del siglo II a.C. La ciudad fue fundada en el reinado de Pérgamo y gozó de gran importancia durante el periodo Helenístico (a partir del siglo IV a.C) debido a la rutas comerciales, el arte y el turismo. Además, sirvió como lugar de culto hacía muchos dioses greco-romanos como Dionisio, Cibeles, Apolo y finalmente el del temido Hades, por eso Hierápolis quiere decir "ciudad sagrada".
Durante años se pensó que Plutonio tenía propiedades mágicas siniestras, era un hecho que los animales morían en el interior del templo, por lo que ciudadanos corrientes de la ciudad de Hierápolis y sus alrededores intentaban evitarlo a toda costa.
Plutonio está situado en la actual Turquía, concretamente en la región de Denizli, una de las más visitadas del país debido a sus formaciones rocosas y las aguas termales de Pamukkale. Tanto el templo como Hierápolis fueron descubiertos en 1965 por arqueólogos italianos y desde ahí se han hecho varias excavaciones en las que se han encontrado columnas con aterradoras inscripciones en súplica dedicadas al dios del inframundo.
Sin embargo, entre las cosas que más le llamaron la atención a los arqueólogos fueron las indudables propiedades letales del templo y el agujero que Estrabón describió. Uno de estos investigadores, Francesco D'Andria, reveló que varios pájaros murieron mientras intentaban acercarse a la abertura, según comenta el tabloide británico The Sun.
Ahora sabemos que definitivamente el aire mortal de Plutonio no es el aliento de hades, sino un gas que se filtra de la corteza terrestre. Según el estudio de los arqueólogos, se descubrió que en una gruta bajo el templo de Plutón hay niveles de CO2 tan altos como el 80%, lo cual resulta mortal (el aire normal tiene solo 0,04% de CO2). Aún hoy en día, estos gases se emiten en concentraciones lo suficientemente letales como para acabar con insectos, aves y mamíferos.
Para dar respuesta a la incógnita: ¿por qué morían los animales, y no los sacerdotes? Los investigadores explicaron que los toros (animal que más se menciona en la leyenda) tienen unas fosas nasales de entre 60 y 90 cm, por lo que la exposición al gas tóxico es muchísimo mayor que la de un humano
Se dice también que el momento más peligroso para visitar el templo maldito es el amanecer, cuando el gas ha tenido toda la noche para acumularse en la cueva. Durante el día, la mayor parte del gas se disipa gracias a la acción del Sol. Por tanto, los animales con la nariz más cercana al suelo morían más rápido que los sacerdotes que eran más altos
Hierápolis está construida sobre una falla de 35 Km de largo donde las grietas de la corteza terrestre permiten que gases mortales y el agua termal salga a la superficie. Es evidente que una de estas grietas pasa directamente debajo de la ciudad y del santuario de Plutonio.
"Es casi seguro que la elección de la ubicación del Plutonio estuvo directamente relacionada con los respiraderos de gas sísmico que existen aquí", dijo la Dra. Sarah Yeomans, arqueóloga de la Universidad del Sur de California especialista en el Imperio Romano, para la BBC.
"Dado que el inframundo y las deidades y mitos asociados con él eran una parte importante de su espíritu religioso, tiene sentido que construyeran templos y santuarios en los lugares que más evocaban el mundo que creían que estaba bajo sus pies", concluye Yeomans.
Actualmente, solo quedan las ruinas de lo que fue la ciudad. No obstante, toda esta zona fue catalogada como Patrimonio de Mundial, Cultural y Natural de la UNESCO en 1988.