Teatro

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«Dos nuevos entremeses...»: Esmerado juguete teatral bien

Teatro de la Abadía
Teatro de la Abadíalarazon

Autor: Cervantes. Director: Ernesto Arias. Intérpretes: Ion Iraizoz, Juan Paños, Marcos Toro... Teatro de La Abadía. Madrid. Hasta el domingo.

Después del éxito de los «Entremeses», un montaje de La Abadía convertido ya en clásico y que fue recuperado la pasada temporada, el teatro que dirige Gómez vuelve a indagar en la obra dramática breve de Cervantes confiando a Ernesto Arias la puesta en escena de dos de sus piezas menos conocidas: «La guarda cuidadosa» y «El rufián viudo llamado Trampagos». En la dramaturgia que se ha elaborado a este fin, Brenda Escobedo tiende los puentes necesarios para que las dos obritas puedan engarzarse en virtud de sus elementos más esenciales y comunes, sabiamente subrayados por Arias en su propuesta: por un lado, la lucha del hombre contra un destino casi siempre adverso; y, por otro, el libre albedrío como inequívoco garante de la dignidad humana. Ásperos en su musicalidad y un tanto simples en su desarrollo teatral, los textos han sido filtrados con inteligencia por la dramaturga y el director, que han debido de trabajar cuidadosamente todos los conceptos, por lo que uno intuye viendo la función, para desentrañarlos como han hecho sin traicionar el lenguaje original, en el que abundan los oscuros términos de germanías que tanto gustaban al autor de «El Quijote». Bajo una estética brechtiana de decadencia y miseria, Arias juega adecuadamente con la música y las canciones, y exprime todo el humor que encuentra, para contrarrestar unos argumentos que hoy se ven algo romos y a los que, quizá por este motivo, ha añadido una suerte de colofón –extraído, si no me equivoco, de la novela «La Galatea»– que condensa bien el pensamiento cervantino en el personaje de una doncella que argumenta ante sus pretendientes, con gran belleza literaria, que «el amor debe ser voluntario, y no forzoso».