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Estreno

La tragedia de hacerse adulto

Marta Poveda protagoniza una ficción de ficciones dirigida por Alma Vidal que reflexiona con humor sobre los sinsabores y vanidades de toda una generación

De izda. a dcha., Nacho Almeida, Marta Poveda, Natalia Llorente y Antonio Hernández Fimia Teatro Pavón

Después de escribir su mejor obra, Amalia, consciente de que ya ha alcanzado su cima profesional, y presumiblemente también vital, planea suicidarse; será entonces cuando se cruce en su camino Mateo, un joven idealista que está enamorado de ella. Ellos son los dos protagonistas de la obra de Gonzalo, un dramaturgo que se encuentra, a su vez, en la crítica frontera que separa la juventud de la madurez. Ha roto con su novia y se ha refugiado en la creación artística para exorcizar los demonios que lo atormentan. Pero está lejos de conseguirlo, como pueden atestiguar su madre, su mejor amigo, su mentor y su exnovia. Todos son, por su parte, personajes creados por Alma, una suerte de narradora que no es sino el "alter ego" de Alma Vidal, eslabón último de esta cadena de ficciones y verdadera autora y directora de 'El dios de la juventud', la obra que comprende todas esas historias diferentes pero imbricadas.

Escrita y madurada durante cerca de dos años -un periodo más largo que el empleado por Vidal en trabajos anteriores-, la función, que se estrena este noche en el Teatro Pavón, presenta una evidente complejidad dramatúrgica que, por momentos, escapaba incluso al control de su propia creadora, tal y como ella misma reconoce: "Yo normalmente tengo mis obras atadas ya desde la primera escena; pero en este caso pasaba algo, y es que no sabía qué personaje iba a entrar detrás del que salía. En ese sentido, ha sido una obra bastante libre que se ha ido formulando y definiendo a sí misma".

'El dios de la juventud' reflexiona sobre tres grandes temas universales: la juventud, el amor y la muerte. Y lo hace, según su autora, "solapando y haciendo convivir diferentes códigos que favorecen el existencialismo, por un lado, y la comedia, por otro; la intención es que al espectador le resulte más fácil empatizar y ejercer un juicio crítico". De este modo, cada plano dramatúrgico encuentra su propio lenguaje y su propio tono: "La historia de Amalia y Mateo es una poetización de lo que Gonzalo está viviendo. Por otra parte, este personaje, el de Gonzalo, está inmerso en el caos y rodeado de otros personajes muy cómicos y completamente arbitrarios. Por último, está Alma, que va tejiendo y destejiendo la historia de Gonzalo para ofrecer al público una visión mucho más irónica, satírica y descarnada de lo que le ocurre".

Experiencia y diversión

En la piel de esta suerte de demiurga, de la que van emanando en cascada las otras ficciones, se mete la popular actriz Marta Poveda. “El trabajo con ella ha sido maravilloso; se entregó al proyecto sin reservas desde el primer minuto, y eso facilitó mucho las cosas -asegura su directora-. Además, nos ha traído su experiencia, su punto de vista, su opinión, todo lo que ella ya es; nos ha abierto alguna que otra puerta y nos ha llevado de la mano de una manera muy generosa, y también muy divertida. Trabajar con Marta Poveda es francamente divertido. Y creo que hemos encontrado las dos un lugar de comunión muy cómodo y bastante especial".

Una aportación valiosa al proyecto, por tanto, la de Poveda, que no es solo la más veterana del elenco -Antonio Hernández Fimia, Natalia Llorente y Nacho Almeida lo completan-, sino, probablemente, de todo un equipo artístico en el que la juventud, esa juventud siempre conflictual de la que el propio espectáculo habla, se convierte en palmaria seña de identidad.

  • Dónde: Teatro Pavón, Madrid. Cuándo: hasta el 10 de agosto. Cuánto: desde 12 euros.