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San Isidro

Así es el valor abrasivo de Samuel Navalón en Madrid

Buena confirmación de alternativa de Ismael Martín con una noble corrida de Conde de Mayalde, pero baja de raza; El Fandi fuera de sitio

Navalón, a portagayola en el tercero Alfredo Arévalohttps://www.larazon.es/tags/el-fandi-david-fandila/

Ismael Martín venía a Madrid a confirmar la alternativa, pero la cosa se complicó. No lo hizo con el toro previsto por la mañana en el sorteo y acabó haciéndolo con el sobrero, del mismo hierro. El torero, afincado en Salamanca y nacido en Suiza, lo recibió con dos largas cambiadas de rodillas, con mucho mérito una de ellas, porque el toro se paró y hubo que aguantar ahí un compás de espera infernal. A prueba de bombas los pulmones y el corazón en los dos últimos pares que puso, muy expuesto. Después el toro sacó nobleza, pero le faltó ese punto de fuerza y transmisión para que las cosas que ocurrían abajo llegaran hasta arriba. Prevaleció la entrega a falta de otra cosa, que no era poco para ser el día de su confirmación.

Un tercio de banderillas compartido fue el del segundo, entre Fandi e Ismael. Dominio absoluto de la situación. El toro después se vino a menos y alineó con esa grisura la faena.

El Fandi acordó en el cuarto de cómo había estado en Sevilla: fuera de lugar. Después de tantos años de alternativa, se entiende, lo que se no se entiende es estar anunciado en plazas de tanta responsabilidad y quitar el lugar a toreros que pueden y deber ser el presente y futuro de la Fiesta. El de Conde de Mayalde tuvo el defecto de ser más mirón y no regalar el embroque y El Fandi no se puso ni una vez. Una pena. Hay quien a estas alturas, más allá de los intercambios de cromos, (y no son la maravilla de TauroCromos) e intereses todavía sueña y dedica horas a esta bendita locura de querer ser torero.

A portagayola

Lo vimos enseguida, en el mismo instante en el que Ismael Martín en el quinto se fue a portagayola. Se la jugó en banderillas y comenzó faena con un afarolado de rodillas. Todo. Pero el toro se paró en la muleta sin querer acudir al engaño y puede que a la segunda tanda el animal se rajara, desistió. Las cosas son así. No pudo hacer nada. Lo había hecho todo. Había renunciado el de Conde de tal manera que antes de entrarlo a matar, se echó.

Samuel Navalón, valor de acero

Samuel Navalón tuvo las ideas preclaras para irse a la puerta de toriles a recibir al tercero. Se las vio apuradas después para salir de un apretón. Nos apuramos arriba. A Navalón no le llega el agua al cuello. Lo seguimos valorando después, en el comienzo de rodillas por derechazos y en la solvencia y tranquilidad que tuvo con un toro muy serio y noble, pero al que le faltaba el empuje necesario para que la puesta en escena del torero tuviera eco arriba. Lo puso todo él y se fue detrás de la espada como un cañón. Se le ven cosas de querer ir más allá.

Volvió a cruzar el ruedo al completo en el toro que cerraba plaza y tampoco fue fácil, porque se frenó de salida. Le miró, midió y tomó la capa de Navalón, que volvió a verse ajustado en los siguientes lances. El esfuerzo estaba hecho. Con suavidad, poder y muchísima seriedad afrontó el trasteo ante un toro que no le dio opciones. Se alargó, pero quería aprovechar una oportunidad que no era. El arrimón que se pegó fue descomunal, con un dominio de los terrenos impropio de su poco bagaje profesional. De cerca... pasaba por encima. Una barbaridad. Valor tiene para regalar.

Ficha del festejo

Las Ventas. Vigésimo quinta de feria. Se lidiaron toros de Conde de Mayalde. El 1º, sobrero, noble y sin transmisión; 2º, a menos; 3º, noble pero sosote; 4º, mirón y va y viene; 5º, descastado total; 6º, noble y bajo de raza. Casi tres cuartos.

El Fandi, de grana y oro, estocada (silencio); media baja, (silencio).

Ismael Martín, de blanco y plata, que confirma alternativa, estocada (saludos);

Samuel Navalón, de grosella y oro, estocada contraria (saludos); pinchazo, estocada, descabello (saludos).