Toros en Mallorca
La tauromaquia renace en Baleares: del éxito en Inca a la reapertura histórica en Muro
El toreo recupera protagonismo en Mallorca con plazas que vuelven a la vida, afición renovada y un futuro prometedor en el archipiélago
El toreo respira de nuevo en Baleares. Tras años de incertidumbre y plazas cerradas al público, la tauromaquia ha encontrado un renacer en la isla de Mallorca, donde los tendidos se llenan de nuevo y la afición se reconcilia con un arte que parecía condenado al olvido en el archipiélago. El próximo 14 de septiembre será la fecha clave: la Monumental de Muro reabrirá sus puertas después de ocho años cerrada.
La reapertura del coso, con capacidad para cerca de 5.000 espectadores, tendrá un sabor muy especial. Se conmemora el 30 aniversario de alternativa de Javier Conde, que compartirá paseíllo con Morante de la Puebla y el joven fenómeno Marco Pérez, en una tarde que promete ser histórica para la isla. Las ganaderías aún están por definir, pero la expectación ya se deja sentir entre los aficionados.
El proyecto lleva la firma de Balears Cambio de Tercio S.L., empresa que en muy poco tiempo ha logrado reactivar el panorama taurino mallorquín. La recuperación de la plaza de Inca ha sido el gran precedente: primero colgó el cartel de "no hay billetes" el pasado 3 de agosto, y más tarde volvió a llenar sus tendidos en Domingo de Ramos y en un cartel de lujo con Andy Cartagena, Antonio Ferrera y Borja Jiménez. La respuesta del público ha demostrado que el toreo en Baleares no solo está vivo, sino que goza de un entusiasmo renovado.
El caso de Inca ha sido el punto de inflexión. Lo que antes se percibía como un reducto para unos pocos se ha transformado en un fenómeno atractivo y novedoso de la temporada taurina insular. Los tendidos abarrotados confirman que la afición mallorquina, lejos de apagarse, estaba esperando una oportunidad para resurgir.
A este movimiento se suma el éxito del Coliseo Balear, gestionado por la Casa Matilla, que también ha registrado un ambiente excepcional en sus festejos. La suma de estas plazas revela que Baleares vive un auténtico resurgir taurino, un impulso que parecía impensable hace apenas unos años, cuando el futuro de la tauromaquia en el archipiélago era incierto.
El regreso de la Monumental de Muro simboliza mucho más que la reapertura de un coso: representa la confirmación de que Mallorca se ha reconciliado con sus raíces taurinas. Y lo hace con un cartel de lujo, una fecha señalada y un público que ha demostrado estar más vivo que nunca.