Sección patrocinada por sección patrocinada

Premios Oscar

Unos Oscar en blanco y negro

Durante mucho tiempo, hasta hoy en cierta medida, la idea de prestigio, de solemnidad, cursaba en blanco y negro.

«Roma» podría ser la tercera cinta en blanco y negro en ganar el Oscar a Mejor Película en cincuenta años
«Roma» podría ser la tercera cinta en blanco y negro en ganar el Oscar a Mejor Película en cincuenta añoslarazon

Durante mucho tiempo, hasta hoy en cierta medida, la idea de prestigio, de solemnidad, cursaba en blanco y negro.

A caballo de los 60 y 70, el blanco y negro pasó de norma a excepción. Durante mucho tiempo, hasta hoy en cierta medida, la idea de prestigio, de solemnidad, cursaba en blanco y negro. El fotógrafo Ted Grant lo resumía de este modo: «Cuando fotografías gente en color, fotografías sus ropas. Cuando fotografías gente en blanco y negro, fotografías sus almas». Esta dicotomía enfrentó durante un tiempo a Europa y Estados Unidos. América, en particular, descubrió el color e hizo de ella emblema de un nuevo lenguaje. Del technicolor del Hollywood dorado al de hoy en día, los premios Oscar apenas tienen cabida para el blanco y negro a menos que sea en el apartado de mejor película extranjera.

En los últimos 50 años, por buscar una fecha redonda, anque aún se podría tirar más atrás la línea temporal, solo dos cintas en blanco y negro han ganado la estatuilla a mejor película y ambas por motivos plenamente justificados, no caprichosos o «artísticos»: «La lista de Schindler» (el horror del lager solo se sostenía sin color), en 1993, y «The Artist», en 2011, una recreación muda y en blanco y negro del Hollywood de principios de siglo, por tanto, un imperativo innegociable y una feliz excepción en la rutina del premio gordo en los Oscar. «Roma» puede sumarse a estas tres cintas si, como muchos consideran, se hace esta madrugada (hora española) en Los Ángeles con el de mejor película. Para muchos esta memoria sentimental del México de la infancia de Cuarón es la cinta del año en cualquier caso, ya se lleve el gato al agua «La favorita» o «Green Book».

Para quien esto escribe (y no estoy solo), los méritos innegables de «Roma» solo estarían por debajo, en la cosecha anual, de ese perfume concentrado (pequeño en su metraje, intenso en su propuesta) que es «Cold War», la película que, si «Roma» se lleva el gran premio, se hará sin duda con el Oscar a mejor cinta extranjera. Tanto ha valorado la Academia de Hollywood esta preciosa «Casablanca» a ambos lados del Telón de Acero, rodada en blanco y negro y en idioma polaco, que ha gratificado a Pawel Pawlikowski incluyéndolo en la nominación a mejor director, donde también compite con Cuarón.

Ambas cintas, por cierto, y nunca fue más de justicia, concurren al galardón a mejor fotografía. Más allá de reivindicaciones por género, por razas o lo que sea, y de una gala peculiar e insospechada (sin presentador, por ejemplo), los Oscar 2019 podrían ser los del blanco y negro. Los de las «almas» en lugar de las «ropas», por decirlo con Ted Grant.