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Crítica de libros

La magia oscura de Jimmy Page y siete libros más que no deberías perderte

Ocho narraciones fantásticas de Margaret Atwood, una novela de Juan del Val que huye de la corrección imperante, las memorias de Jorge Herralde, o en un ensayo sobre la identidad, entre nuestras críticas de libros de esta semana

La magia oscura de Jimmy Page y siete libros más que no deberías perderte
La magia oscura de Jimmy Page y siete libros más que no deberías perdertelarazon

Ocho narraciones fantásticas de Margaret Atwood, una novela de Juan del Val que huye de la corrección imperante, las memorias de Jorge Herralde, o en un ensayo sobre la identidad, entre nuestras críticas de libros de esta semana

«Jimmy Page. La biografía definitiva»

Chris Salewicz

Libros Cúpula

511 páginas,

27,95 euros

eBook: 13,29 euros

JImmy Page, magia negra; por Ulises Fuente

El ocultismo, las «groupies» entregadas en «sacrificio» y la heroína propulsaron las canciones de Led Zeppelin tal y como se narra en la biografía de su carismático guitarrista

Arrogante, ambicioso e individualista son algunos de los adjetivos que más aparecen en las semblanzas de Jimmy Page, uno de los grandes dioses de la guitarra del rock & roll. Sin embargo, como afirma su biógrafo Chris Salewicz, «la suya ha sido una vida extraordinaria que lo ha levado a los rincones más oscuros, pero sin perder de vista la búsqueda como arte». La búsqueda, en el caso de Page, de algo que ni él mismo era capaz de definir o de describir. La búsqueda de un misterio, de un mayor conocimiento no necesariamente reservado para los hombres. En su caso, a través de la heroína y otras drogas, influido como estaba por lecturas que invitaban a alcanzar estados alterados de conciencia, y también un irrefrenable magnetismo por el esoterismo, Page hizo de sí mismo un culto. «Podríais no estar de acuerdo con los métodos que ha utilizado para desencadenar o liberar su creatividad y quizá no podáis evitar la impresión de que ha sido fanático o que estaba enfermo de poder, o de que se ha permitido una vida privada llena de escándalos, muchos de los cuales, por supesto, incentivan la adoración de sus fans». Bienvenidos a una vida oscura como la noche.

La existencia de Page está marcada por las contradicciones. Millonario y avaro, enorme guitarrista pero enfermizamente inseguro, hedonista y hechizado por la muerte. Propietario de una enorme colección de coches de lujo que no tiene carnet de conducir. En la juventud y gloria de su carrera, Page pudo atiborrarse de tantas drogas y mujeres como quiso. Sus andanzas están documentadas por Salewicz, que presenta la biografía con el orgulloso título de «definitiva». Evita la exageración y desmonta alguna leyenda. Pero de todas las etapas de su biografía, el personaje más seductor no es el joven, sino el loco Page, el que, fascinado por la lectura de Aleister Crowley llevada hasta el extremo, se convierte en lo que su biógrafo describe como un Howard Hughes del rock. Encerrado en Boleskine House, la casa que fuera del propio Crowley ubicada a la orilla del Lago Ness, permanece ajeno al mundo y nos lo imaginamos a oscuras... hasta que dos días antes de la Navidad de 2015 la casa ardió hasta sus cimientos.

Muchos años antes, Page había dejado de hacer música. Él ya se había convertido en su propia obra de arte, en una divinidad delgada y de larga melena convencido de conocer la verdad. De no haber sido millonario, podría haber predicado fácilmente en la esquina de supermercado. También le siguió funcionando el truco del esoterismo para mantener su dieta femenina semanal, con el innecesario pretexto de leer alguna carta astral.

Metafísica satánica

En todo caso, si bien la obra discográfica de Led Zeppelin habla por sí sola, es cierto que el contenido «extra», digamos, de metafísica satánica (en las portadas de los discos aparecían runas representando a los músicos, y Page creó el concepto de Zoso que muchos jóvenes estamparon en sus cazadoras) convirtió al grupo en un culto y a Page en su profeta. Incluso, Robert Plant le hacía en cierta manera de contrapeso mundano. Además, ambos fueron nada menos que los responsables de un género nuevo, los padres putativos del heavy metal. El mundo estaba ya preparado para la aparición demoníaca y los seguidores de Lucifer.

«Con Led Zeppelin construye un universo mágico que tendrá gran impacto en el mundo real. Lo que sea que haga Page en un nivel esotérico se trasladará, allí donde Led Zeppelin esté, a sus iniciados», afirma Salewicz. Sin embargo, el verdadero demonio del grupo fueron las drogas. A ninguna le hacía ascos Page, que terminó con una severa adicción a la cocaína y la heroína. Con el fallecimiento del inigualable batería John Bonham, Led Zeppelin estaba condenado a estrellarse como el zepelín de plomo que les vaticinaron que serían. Pero Page vivía y respiraba por la banda, su personaje parecía no tener sentido sin ella, y atravesó un largo pasillo de depresión y mazmorras de su propio castillo físico y mental. Ataviado con una bata, como un jubilado o un espectro gótico, el guitarrista dirigía por temporadas el lanzamiento de nuevos productos tirando de su ingente archivo. El músico logró desengancharse, de alguna manera logró sobrevivir. Pero la energía negativa, llámenlo magia negra de su aura nunca se desvaneció. A finales de 2015 anunció que publicaría un nuevo trabajo, el de la redención final, que llevaría de gira por todo el mundo. Un músico de Soundgarden iba a apoyarle. El talentoso Chris Cornell, sin embargo, en mayo de 2017, cuando el proyecto no había arrancado, Cornell se ahorcó en una habitación de hotel.

Sobre el autor

Chris Salewicz vive en Londres, donde es periodista, locutor y novelista. Entre 1975 y 1981 trabajó en el «New Musical Express», durante los grandes años del periodismo musical. Es autor de 15 libros, entre ellos biografías de Joe Strummer o Bob Marley y trabajos sobre el dub jamaicano o el rock polaco contra el comunismo.

Ideal para...

seguidores de la banda y amantes de las biografías excesivas. Montañas de dinero y drogas, desmesurado consumo de estupefacientes y prácticas sexuales pantagruélicas son una escalera... hacia el infierno.

Un defecto

Para los no seguidores de Led Zeppelin, hay un exceso de información. Por otra parte, el afán por el rigor y el no sensacionalismo con las andanzas de Page vuelven la narración de los hechos un tanto fría.

Una virtud

La abundancia de datos y la intensidad de los hechos casi dejan sentir el ambiente en el interior del zepelín en llamas en que, como la portada del primer disco del grupo, se convierte Led Zeppelin.

RELATOS

«Nueve cuentos malvados»

Margaret Atwood

SALAMANDRA

304 páginas,

19 euros

Margaret Atwood, más que mala, malvada; por Diego Gándara

La Nobel reúne ocho narraciones fantásticas por las que campan los más curiosos personajes

Llamar cuento a una narración breve, dice Margaret Atwood al final de este libro titulado, precisamente, «Nueve cuentos malvados», supone distanciarla en cierta medida del prosaico reino de los trabajos y los días, puesto que el término cuento evoca el mundo del folclore popular, de los relatos de hadas y de los cuentacuentos de antaño. Porque todo cuento, afirma ella con contundencia, es, más que nada y al fin y al cabo, una ficción.

Bajo esta premisa que recorre todo el libro la escritora canadiense, una de las voces más interesantes de la literatura en lengua inglesa, ofrece nueve textos malvados (pero nada malos) que, si bien transcurren en la realidad más inmediata y cotidiana (en un suburbio amable y tranquilo, durante un crucero, en un hogar de retiro), enseguida se deslizan hacia un universo en el que imperan la fantasía, el folclore, el horror, la malicia, pero también el humor negro y corrosivo. Es que en casi todos los relatos la ficción, más que como un universo imaginario y posible, funciona como un mundo paralalelo que está en el real y que sirve, entre otras cosas, para que las situaciones más entrañables o disparatadas de la vida ordinaria se conviertan en extraordinarios y modifiquen, de ese modo, la cotidianidad.

Así, gracias a la ficción, una escritora de literatura fantástica es capaz de sobrevivivir a una noche terrible de invierno guiada por la voz de su marido, que hace poco ha fallecido; una anciana, que padece el síndrome de Charles Bonnet y tiene alucinaciones visuales, cree que una turba disfrazada con caretas, congregada ante la residencia de la tercera edad donde vive para asaltar el recinto y prenderle fuego, son unos enanos imaginarios; o que una sedimentación fosilizada de mil novecientos millones de años esconda en su núcleo un delito cometido mucho tiempo atrás.

La mirada de Atwood, en ese sentido, a pesar de ser implacable con la humanidad, es lúcida y, también, indulgente. No se propone indagar en el centro de la herida, sino que ilumina allí donde el alma de las personas se ha llenado de oscuridad y confusión. No hay en estos cuentos, de todos modos, nada de autocompasión ni de mensajes moralizantes o pretendidamente sabios, sino otra cosa: una manera distinta de comprender el mundo y la existencia y de habitar la tercera edad, es decir, lo que significa convivir con la vejez, los achaques, la enfermedad, los años, la muerte.

El lugar de la ficción

Fantasía, realidad, imaginación. Todos los términos, en cualquier caso, parecen intercambiables en estos nueve cuentos malvados y, valga la redundancia, de ficción. Porque en esa frontera inefable donde la fantasía se confunde con lo que es la realidad, parece decir la escritora, es donde ocurre, de algún modo, esa citada ficción. Algo que tiene bastante que ver con el recuerdo y la construcción de un pasado que no deja de interpretarse y un presente real que, sin embargo, no dejamos de contarnos como se nos cuenta un cuento. O una ficción.

Sobre la autora

Margaret Atwood nació en Ottawa, Canadá, en 1939. Poeta, novelista, crítica literaria, cuentista y activista política, su obra más conocida es «El cuento de la criada»

Ideal para...

mirar la realidad desde una perspectiva y una visión diferentes, donde lo malvado, por momentos, no es más que el guión de una ficción

un defecto

Ninguno que sea sensiblemente apreciable

una virtud

Aunque Atwood parezca cruel en su retrato de la humanidad, no deja de tener, sin embargo, un catártico sentido del humor

puntuación: 9

NOVELA

«Candela»

Juan del Val

ESPASA

256 páginas,

19,90 euros

Estrías para la primavera, por Ángeles López

Me gusta Juan del Val. Con sus inflexiones, deflexiones y veladas reflexiones, porque en esta novela se ríe hasta de Janeiro. Sus personajes tienen la fermentación adecuada, buen sabor, excelente aroma y se disfrutan. Son como usted y como yo, náufragos en un mundo confuso donde las reglas son caprichosas. Hoy no agobia la burocracia, sino la inconsistencia... Y esta sátira «valdeiana» se empeña corrosivamente en señalarlo, como un Kafka contemporáneo. «Candela» es su segunda novela en solitario, y con ella ha logrado el Premio Primavera. El lector percibe desde la primera línea que se trata de una tragicomedia escrita desde la óptica la urbana, cañí. De ahí que el centro del escenario –set, en televisión– se sitúe en un bar de barrio por el que la vida transcurre mientras a Candela, la protagonista, la existencia se la va tragando poco a poco: habla con el ojo de cristal de su madre muerta –la tuerta– después de morirse poniendo las cortinas, vive al lado de su abuela y su único amigo es un exactamente.

Ternura y humor

Candela dice algo que podríamos decir cualquiera de las vecinas de mi edificio: «Tengo estrías, celulitis y una perra fea que se llama Chelo. Al principio era bonita, pero cuando creció se le ensanchó el culo. Lo mismo que me pasó a mí, salvando las distancias...» y que no terminó la carrera de Derecho, solo ha tenido tres relaciones –entre las que se encuentra un policía que terminará confesándola que es gay–, trabaja en el bar familiar junto a su madre y a su abuela, jamás tuvo padre y conoce su primer orgasmo a los cuarenta de la mano de un hombre que no volverá a cumplir los cincuenta y muchos. No tiene amigos, no tiene a nadie..., pero su élam vital es refrescante. Por sus párrafos se pasean tipos marginales, tontos de manual, tiernos melancólicos, situaciones surrealistas y toneladas de humor. Las más de las veces lo suyo es perpetrar una picaresca neourbana hasta desembocar en una melé de géneros sin posible etiquetación. Si Jim Thompson o Hammet intentaron parodiar la novela policíaca, Del Val no hace menos, en este libro desacralizador, heterodoxo, canalla... Sus criaturas están diseñadas para caer bien, y dan muestras de lucidez en medio de su aparente caos vital: opinan, viven, malviven, sueñan, lloran, ríen... Seres que evidencian las zonas oscuras y erróneas de todo bicho viviente. Solo si vemos la paja en su ojo alcanzamos a ver la viga en el propio porque su padre literario tenía la intención de hacernos pasar un buen rato. Me gustaría pensar que la vida es una novela de Juan del Val, donde queda prohibido tomarse el humor en vano.

Sobre el autor

Juan del Val (Madrid, 1970) ha trabajado en periódicos, en revistas, en radio y televisión

ideal para...

pasar un rato muy agradable lejos de la corrección imperante

un defecto

Pueden, quizá, chocar al lector su frases cortas, yuxtapuestas y directas

una virtud

Su narrativa hacía falta en el panorama literario, una melé de géneros sin etiqueta

puntuación: 9

BEST-SELLER INTERNACIONAL

«Dos espías en Caracas»

TAURUS

384 páginas,

18,90 euros

(e-book: 9,49)

Así arruinó Fidel Castro a Venezuela; por Lluís Fernández

Esta docuficción histórica es la crónica de cómo un tumor maligno llamado comunismo prolifera hasta que las metástasis se enseñorean del cuerpo social venezolano y destruyen la democracia. Este documentado relato, escrito por el analista político Moisés Naím, utiliza el pretexto de la novela de espías para exponer la deriva de Chávez desde el golpe de Estado militar hasta la destrucción de Venezuela y su muerte por cáncer.

Naím no es un novelista. Ni siquiera es capaz de ficcionar el cuantioso material y convertirlo en una abra sobre cómo Chávez cayó en el garlito del castrismo. Importa más la documentación que la pobre ficción de unos espías sin relieve. Es relevante la biografía de Hugo Chávez, mostrar al carismático comunicador y nefasto dictador, y a unos personajes cercanos a la alegoría populista: el pueblo, el capitalismo salvaje, las fuerzas ocultas del PRA carcelario, la periodista insobornable, el generalato narcotraficante, etc. Naím mezcla personas reales como Chávez y Fidel Castro con personajes de ficción con la lacra de trascender el documento, pero resulta torpe y literariamente irrelevante.

Podría haber sido un relato escalofriante, pero de esta forma «Dos espías en Caracas» se lee como un documento en el que el lector prefiere los datos relevantes para comprender el deslizamiento de Venezuela por el populismo marxista caribeño. De cómo la ideología del «socialismo del siglo XXI» fue mellando la sociedad entera gracias a la ayuda de Castro, que pudo obtener dos de sus mayores victorias: el petróleo para mantener su revolución y conseguir sumir en la pobreza a Venezuela como hizo con Cuba. El socialismo ama a los pobres tanto que los multiplica.

El título habla de un espía del G2 cubano y una espía de la CIA, incapaz de enterarse de nada. Mientras tanto, Fidel Castro manipula, extorsiona y organiza el ejército venezolano; infiltra «médicos/comisarios» en ambulatorios en la Misión Barrio Adentro, que organizan, arman y entrenan a los CDR, aquí Círculos bolivarianos. Encarcela o asesina a la oposición, arma a grupos paramilitares, controla la prensa, se infiltran en el Gobierno, somete a la cúpula del ejército y organiza el narcotráfico de las FHAR desde la cárcel mediante el Pram, que lava el dinero en Cuba.

Marxismo de manual

Moisés Naím resalta la «red intelectual» de sociólogos que enseñaron a Chávez un marxismo de manual exportable a España y cómo el espionaje cubano manipula la nueva tecnología de control social. Chávez fue utilizado por Castro como un payaso mediático que embaucaba al pueblo, previamente enardecido por los CDR cubanos infiltrados, mientras amordazaba a los medios y expropiaba tierras. Era un esquizoide definido así por su lugarteniente: «A veces ando con Hugo y otras con Chávez. A veces no sé con quién ando». ¿A qué les suena? Datos de cómo el Pram carcelario, junto al ministro de Economía, involucraron a los militares en el negocio del narcotráfico y la petrolera PDVSA son necesarios para entender las pretensiones de exportar a España los Círculos de Podemos y su financiación.

Sobre el autor

Moisés Naím es comentarista político. Fue ministro de Fomento con Carlos Andrés Pérez y presidente del Banco Mundial. «Dos espías en Caracas» es su primera novela

ideal para...

quienes quieran conocer cómo Castro sumió en la pobreza a los venezolanos infiltrándose en el cuerpo social hasta destruir la democracia

un defecto

Tratar de convertir un docuficción en una novela de espías

una virtud

El caudal de información sobre la manipulación castrista en Venezuela hasta arruinar la democracia

puntuación: 6

NOVELA

«La escapada»
Gonzalo Hidalgo Bayal

TUSQUETS

304 páginas,

18 euros

Entre Faulker y la mili; por Sagrario Fdez.-Prieto

Los lectores que amamos la filología, que disfrutamos con los términos latinos y griegos, que paladeamos con calma una prosa culta al servicio de unos personajes cercanos y reconocibles, recibimos como un festín cada nuevo libro de Gonzalo Hidalgo Bayal. Lengua y literatura se hacen carne, quizá más que nunca en el conjunto de su obra, en esta novela que comienza en una librería de viejo madrileña donde un profesor jubilado encuentra un ejemplar de «Los rateros» de Faulkner, una novela que tiene un sujeto, «el abuelo», un verbo, «dijo», y la novela entera como complemento directo. El narrador se halla con un viejo compañero de la Facultad al que apodan Foneto y que no veía desde hacía cuarenta años, aunque le había inspirado una de sus historias en la que le adjudicó un endecasílabo premonitorio: «Lo triste que es ser nada y serlo solo». Los dos amigos recuerdan los tiempos de la Facultad mientras pasean por el centro de Madrid. Meses después del encuentro el narrador comienza a escribir sobre Foneto encontrándose «en el trance y en la dificultad de querer hablar de una persona, como tal, no como personaje».

Personaje de Calderón

El narrador hace cábalas y ante las dudas y dilemas que se le presentan completa a su buen entender las lagunas, transmitiendo hábilmente un tono de sinceridad: «Tampoco sé si», «lo cierto es que...», devanando así la historia de un personaje que es una persona o la de una persona que es un gran personaje (ay, la metaliteratura y Bayal). Foneto padece el síndrome de Segismundo, el famoso personaje de Calderón, y tras una experiencia traumática «se olvidó para siempre de los lujos y las suntuosidades subterráneas y subjuntivas de la lengua» para acabar recluido en un quiosco de Prensa de una pequeña ciudad. Ante los ojos del lector discurre la vida de un grupo de universitarios en el Madrid de los 70, desde el centro a los anodinos barrios periféricos; de las clases y las manifestaciones estudiantiles a los restaurantes de comida barata. Sin olvidar el Servicio Militar que marcó la vida de tantos españoles que entenderán, o se sorprenderán más bien, al saber que Foneto se sentía a gusto en las solitarias guardias en una estrecha garita.

«La escapada» está llena de referencias literarias, lingüísticas, cinematográficas, filosóficas y mitológicas, sin dejar de lado una carga de humanidad que en las descripciones del protagonista a veces llegan a emocionar. Y, por supuesto, se disfrutan sus habituales reflexiones vitales en las que se mezcla una ancestral sabiduría popular con su cuidada retórica en la mejor de sus acepciones, el arte de bien decir.

Sobre el autor

Es licenciado en Filología Románica y en Ciencias de la Imagen por la Universidad

Complutense de Madrid

ideal para...

lectores que disfruten con un estilo realista cargado de referencias culturales

un defecto

Ni el menor que merezca reseñarse

una virtud

Todo lo que se aprende y se disfruta con su prosa culta

puntuación: 8

ENTREVISTAS

«Sueños de revolucionario»

V. Blasco Ibáñez

FÓRCOLA

240 páginas,

17,50 euros

Blasco Ibáñez, inédito y sin desperdicio; por Toni Montesinos

La increíble biografía del autor superventas en España por antonomasia, Vicente Blasco Ibáñez –de su novela «Los cuatro jinetes del Apocalipsis» (1916) se vendieron más de dos millones de ejemplares solamente en Estados Unidos y n menos de diez años–, su labor como político y agitador republicano, y trayectoria aventurera, se asoma a este conjunto de entrevistas, inéditas en libro hasta el momento. Emilio Sales y Francisco Fuster han seleccionado las mejores que el autor valenciano concedió a diversos periódicos de España, Francia, Argentina, Cuba y Estados Unidos. En ellas, aparece el Blasco Ibáñez que tan seguro de sí mismo siempre se mostraba, presumiendo de sus ganancias económicas, opinando sobre cine –«Es un arte nuevo donde todo está por hacer», decía en 1922–, pues no en vano Hollywood le abrió por completo sus puertas, y vanagloriándose de lo tantísimo que trabajaba, durmiendo apenas seis horas en cada jornada consagrada a la escritura.

Así, del año 1910 a 1929 conocemos al popular narrador en su salsa que, en la primera entrevista ya se jacta de haber dado más de cien conferencias en América –vivió tres años en La Pampa con el propósito de explotar ciertas tierras–, comenta su vocación de marinero y la manera en que nacieron sus primeras novelas. Un libro éste que no tiene desperdicio alguno viendo a un Blasco Ibáñez vívido, enérgico como siempre, que emprenderá un viaje extraordinario a bordo de un lujoso transatlántico, experiencia que volcará en «La vuelta al mundo de un novelista», de lo cual también habla aquí, cuando ya estaba establecido en Menton. Los periodistas le preguntaban, pero él insistía: «No sé nada de España, no sé nada de España...». Él solo pensaba en el día de mañana, cuando el mundo entero le estaba esperando y él no olvidaba que en su juventud «no tenía donde caerme muerto».

MEMORIAS

«Un día en la vida de un editor»

Jorge Herralde

ANAGRAMA

472 páginas,

19,90 euros

Jorge Herralde, el «editor con radar»; por Jesús Ferrer

Las memorias escritas por editores constituyen toda una modalidad evocativa de arraigada excelencia literaria, como lo prueban las obras de Mario Muchnik, Esther Tusquets, Rafael Borrás y Diana Athill. Vida libresca y profesión vocacional se confunden en unos recuerdos que responden, en general, a la conocida afirmación del editor francés Christian Bourgois: «Mi biografía es mi catálogo». Bajo esta convicción, Jorge Herralde (Barcelona, 1936) publica «Un día en la vida de un editor», que subtitula apostillando con evidente ironía «y otras informaciones fundamentales». En la línea de otros libros suyos –«Por orden alfabético» o «El optimismo de la voluntad» (2009)– hallamos ahora una sucesión de impresiones y experiencias que completan anteriores entregas. Cabe decir que no se trata de unas memorias convencionales, ligadas a la estricta sucesión de unos acontecimientos, sino que, en original estructura, se agrupan textos de diversa factura genérica: conferencias, entrevistas y encuentros vinculados a su condición de editor al frente de Anagrama durante 50 años. Aquí se repasa la creación y desarrollo de emblemáticas colecciones como «Panorama de Narrativas» o «Narrativas Hispánicas»; un extenso conjunto de títulos que se irá formando desde el tardofranquismo y la Transición a la actualidad bajo el mantenido criterio del rigor literario, el compromiso intelectual y la modernidad del diseño.

Se detallan, asimismo, las circunstancias que llevaron a la exitosa publicación de «La conjura de los necios», de John Kennedy Toole o de las novelas de Patricia Highsmith, así como la incorporación al catálogo del «British Dream Team»: Julian Barnes, Martin Amis o Kazuo Ishiguro. Este «editor con radar», como lo define la prologuista, Silvia Sesé, continuadora ejecutiva de las pautas de la editorial, se muestra como partidario del libro en formato papel, avezado seguidor de toda literatura memorialística y lector compulsivo, fascinado por el característico humor inglés, retratando con singular acierto a sus admirados P.G. Wodehouse, Evelyn Waugh y Tom Sharpe, al tiempo que narra los emotivos encuentros en EE.UU con Eudora Welty y Grace Paley.

Un paseo por las letras

Todo un recorrido vital vinculado a autores tan significativos como Sergio Pitol, Álvaro Pombo o Ryszard Kapuscinski y, sobre todo, Roberto Bolaño, cuya novelística empezará a difundirse y reconocerse decisivamente a partir de su publicación en Anagrama. Otros asuntos se van desgranando en estas páginas: desde el imprevisible éxito de un libro concreto, hasta el interés del autor hacia la plástica contemporánea, que plasma en «Por el amor al arte», retratando un fascinante mundo de galeristas, críticos y mecenas; sin olvidar el entusiasta elogio de los libreros vocacionales ni la inclusión de la editorial en el grupo Feltrinelli. Jorge Herralde ha logrado aquí, con amena y admirable perspicacia, más allá de las propias vivencias, una perfecta radiografía de lo que siempre ha asumido como «el mejor oficio del mundo».

Sobre el autor

Prestigioso e imprescindible editor, Jorge Herralde ha sabido plasmar literariamente, durante años sus

renovadoras experiencias profesionales

ideal para...

adentrarse en los fascinantes entresijos de lo que es la labor editorial y poder conocer, además, el perfil de muy destacados escritores

un defecto

Ninguno que resulte sensiblemente apreciable

una virtud

La lograda combinación entre rigor rememorativo y amenidad expositiva

puntuación: 10

ENSAYO

«Identidad»

Francis Fukuyama

DEUSTO

208 páginas,

19,95 euros

La tercera parte del alma; por D. Hdez. de la Fuente

En el libro IV de su «República», obra escrita en el siglo IV a.C., Platón explica su célebre teoría acerca de la tripartición del alma humana que para Francis Fukuyama es el comienzo y la base de su nueva indagación en los desarrollos de la política actual, caracterizada por demandas de tipo «identitario». Cierta autodenominada «nueva política» o quizá antipolítica se enraiza en lo que Fukuyama quiere localizar en «la tercera parte del alma».

La idea de Platón giraba alrededor de la analogía entre individuo y colectivo, microcosmos y macrocosmos, con sus partes paralelas en pos de un ideal de equilibrio: el alma, como la comunidad política, tiene tres partes cuyo equilibrio era vital. Una parte racional y otra concupiscente aluden para Fukuyama al componente lógico y al deseo en la historia económica; y hay otra irascible, base tanto del orgullo como de la cólera y el coraje guerrero, que le parece «la base política de la identidad de hoy» y a la que alude esa nueva política que está centrada en lo emocional.

Emociones clasificadas

Sobre esta famosa subdivisión tripartita –leitmotiv indoeuropeo, como sabía Dumézil– entre el intelecto, los deseos y el ánimo (thymós), a las tres virtudes –sabiduría, templanza y coraje– y a las tres clases de la ciudad ideal –sabios gobernantes, guardianes y productores– también la retórica política clásica se ha encargado de hacer énfasis, sucesivamente, en el logos, el ethos y el pathos, siendo el elemento pasional hoy el predominante, según esta tesis. El politólogo liberal americano ya tomaba el thymós platónico, entendido como deseo de reconocimiento, como motor de nuestra actualidad, un mundo post-ideológico basado en una política económica de libre mercado, como apuntó en su polémica idea del «fin de la historia». Fukuyama emprende desde ahí una relectura de sus postulados situada en la era post-Trump, para comprender las políticas de la identidad actuales –nacionalismo y populismo ante todo– con una amplia mirada histórica y actual que se detiene de forma destacada en el cristianismo –germen del individualismo moderno–, en las revoluciones burguesas, en Rousseau, Kant, y Hegel –otra gran influencia–, Herder y el origen del nacionalismo, la revolución industrial y el paso de la Gemeinschaft a la Gesellschaft, los totalitarismos, la guerra fría y el mundo post-11S. Lo más interesante del libro, aparte de la potencia intelectual y analítica del autor, es que ofrece soluciones para profundizar en la democracia individual en busca del equilibrio platónico con la demanda de reconocimiento colectivo.

Sobre el autor

Politólogo japonés cuyo célebre libro «El fin de la historia y el último hombre» (1992) ha sido traducido a más de 20 idiomas

ideal para...

meditar sobre el desarrollo actual del populismo y del nacionalismo

un defecto

Ninguno reseñable

una virtud

La claridad expositiva y la visión de conjunto entre historia económica, política, filosofía y actualidad

Puntuación: 9