Fútbol
El Eibar derriba al Atlético (2-0)
El gol de los locales a los diez minutos dejó sin respuesta a los rojiblancos. Marcaron Burgos y Expósito
El Atlético ni quiere la pelota. Nunca la ha querido desde que Simeone se sienta en su banquillo, pero el Eibar se la regaló. Toda para los rojiblancos, que no supieron qué hacer con ella tanto tiempo y con tan pocos espacios.
El Eibar había exprimido el primer cuarto de hora del partido para hacer daño al Atlético. No le había dado tiempo casi a situarse en el campo cuando Oblak ya estaba salvándole la vida en una falta que lanzó Pedro León con muy mala intención. El córner lo remató Sergi Enrich fuera por muy poco.
Eran avisos de lo que le iba a tocar sufrir al Atlético. Mucha presión y mucho juego aéreo que le costaba contrarrestar. Y así, por arriba, le llegó el gol del Eibar. Un córner que Burgos remató en el segundo palo después de un toque de cabeza de un compañero. El primer toque de cabeza en el área despistó a la defensa rojiblanca, que permitió que el central argentino del Eibar pudiera empujar la pelota completamente solo, sin ningún defensor cerca.
También estaba despistado el árbitro, que marcó un fuera de juego que el VAR desmintió y obligó al Eibar a celebrar en diferido. Igual que había entrado el Atlético al campo.
El equipo de Simeone fue ganando terreno a partir de ahí, pero se le notaba incómodo. Joao Félix respondió pronto, con un disparo desde fuera del área, pero Dmitrovic respondió con agilidad para despejar a córner.
Simeone volvió a mover el equipo de una forma extraña.Saúl era el lateral izquierdo desde el comienzo, mientras Lodi esperaba en el banquillo una oportunidad que no llegó hasta los últimos veinte minutos de partido. Con él, Vitolo encontró un socio con el que entenderse por el costado izquierdo.
El canario era titular. Con él y Correa en los costados el Atlético buscaba profundidad y con Herrera, la seguridad como acompañante de Thomas. Por eso Saúl, más fiable tácticamente, era el elegido para el lado izquierdo de la defensa. Pero no era ésa la vía por la que el Atlético podía igualar el encuentro.
Mendilibar animaba a sus jugadores a presionar y a correr. Tenía a sus jugadores más técnicos en las bandas, Pedro León e Inui y reservaba para Orellana la labor de segundo delantero por detrás de Enrich. Al chileno le vale cualquier excusa para salir corriendo hacia la portería contraria.
Pero era el Atlético el que dominaba, siempre buscando la cabeza con mejores ideas en los pies de Joao Félix. El portugués fue sustituido, una vez más, en un partido de mucho desgaste. En su lugar entró Camello, uno de los canteranos en los que confía el Atlético, el goleador de las divisiones inferiores, el hombre que debutó el año pasado contra el Levante con un gol. No fue el único joven al que recurrió Simeone, que dio los últimos cinco minutos a Óscar Clemente.
Pero fue en esos momentos, cuando más se volcaba el Atlético hacia la portería del Levante, cuando más se acercaba el Eibar al segundo. Sus intentos sólo sirvieron para hacer visible, una vez más, a Jan Oblak, que tuvo que despejar un lanzamiento de Edu Expósito desde fuera del área. En la siguiente jugada hizo la portería más pequeña para Charles, que no pudo dirigir bien su intento de vaselina.
El Eibar no perdió las ganas ni la fe en su busca del segundo tanto. Y lo encontró en otro disparo de Expósito, desde el borde del área con un golpeo plano imposible para Oblak.
El Atlético no tenía tiempos ni fuerza para responder. Las caras de sus jugadores mostraban la decepción y la derrota anticipada. Quedaba sólo el tiempo añadido y la victoria del Eibar ya estaba escrita.
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