Setién: con el viento de cara, por Carme Barceló

La primera victoria de la «era Setién» tenía que llevar la firma de Messi. No podía ser de otro modo. El técnico que ha hecho su sueño realidad entrenándole a él y a su admirado Barça, también le dio su toque en su estreno ante el Granada. Veremos si serán mil y una noches las que esté en el banquillo azulgrana, pero ese viento del Norte que aseguró le acompañaba siempre, estuvo presente ayer en el Camp Nou.

Estabilidad y solidez

Y se le puso de cara cuando el «crack» argentino abrió el marcador. Volaron las banderas en la grada y también el babero del entrenador blaugrana. «Nos lo pasaremos muy bien», dijo el santanderino en su presentación y lo cierto es que vimos detalles que apuntan a ello. El Barcelona no practicó un juego brillante, pero sí estable y sólido. Más allá del 82 por ciento de posesión que contabilizó el equipo azulgrana en la primera mitad, me gustó ese juego al primer toque del Barça. Con el viento de cara o de espaldas, el balón siempre fue suyo, aunque le faltara precisión en los últimos metros. Tuvo que ser de nuevo Messi el que solucionara la papeleta a veinte minutos del final.

Cantera

Quique Setién apenas ha tenido cuatro días para darle una vuelta de rosca al equipo, pero todo apunta a que no tardaremos mucho en ver algo más. La apuesta ya anunciada por los chavales de la cantera se hizo realidad. Vimos a Ansu Fati –cuya titularidad estaba cantada– a Carles Pérez y al deseado Riqui Puig, que mostró y demostró los motivos por los que tanto gusta al técnico. Veteranos y jóvenes trabajaron duro, consolidaron el liderato y este Barça se parece más al Barça.