Coronavirus: las posibles fechas en las que se podrían disputar los Juegos de Tokio

El clamor masivo de los deportistas y las Federaciones ha terminado haciendo mella en el Comité Olímpico Internacional (COI), que ha ido reculando en los últimos días para pasar del «los Juegos Olímpicos de Tokio se van a disputar sí o sí del 24 de julio al 9 de agosto» a hablar de aplazamiento como posibilidad casi inevitable, pasando por el «manejamos distintos caminos» que dijo Thomas Bach en medio de las dos afirmaciones. El COI se ha dado cuatro semanas para estudiar con los Comités Olímpicos nacionales e internacionales, con los patrocinadores, con el Comité Organizador, con las Federaciones... una salida que sea lo menos dolorosa posible, porque el aplazamiento tampoco es sencillo. Hay que desplazar algunos eventos y poner de acuerdo a muchas personas.

La primera de las tres posibilidades que se manejan es posponerlos un mes o dos, y que se disputen en septiembre u octubre, lo que no solucionaría una parte de las reivindicaciones que tienen los deportistas ahora, como es la falta de preparación, ya que durante estos días encerrados en casa van a perder la forma y además les está generando ansiedad. Un mes más no supondría demasiada diferencia y, además, la amenaza del coronavirus seguiría latente. Ahora mismo, no se sabe cómo va a evolucionar el problema del COVID-19, que en Europa está extendido, pero en Estados Unidos, toda Suramérica o Australia no ha hecho más que llegar. Además, para septiembre u octubre muchos de los campeonatos de deportes como el tenis, baloncesto, balonmano, bádminton... Prácticamente todos o casi todos ya habrían empezado, y se tendrían que estudiar nuevas fechas. Cuanto antes se tome una resolución en este sentido, más margen de maniobra hay.

La segunda opción se ve reflejada en el hashtag #Tokio2021 o #Tokyo2021. Es disputar los Juegos el próximo verano. El problema aquí es que los dos deportes con más peso en la cita olímpica tienen Mundial ya programado. El de natación es del 16 de julio al 1 de agosto, también en Japón, en Fukuoka; y el de atletismo, del 6 al 15 de agosto en Eugene (Estados Unidos). Seguramente no habría problema para llegar a un acuerdo porque no hay mejor escaparate que el olímpico. También está la Eurocopa de fútbol, pero en este caso no interferiría demasiado porque la selección que va a los Juegos es una especie de sub 23. Es más, todos las ediciones coinciden Eurocopa y Juegos. Este escenario también sería el menos malo para algunos deportistas que se podrían ver perjudicados por el retraso, los veteranos que iban a retirarse después de Tokio. En España hay algún ejemplo como el jugador de balonmano Raúl Entrerríos o Pau Gasol.

La tercera posibilidad es que el aplazamiento sea hasta 2022. La dificultad en esta ocasión es que París 2024 quedaría demasiado cerca, aunque el calendario está más despejado de grandes eventos. El Mundial de fútbol se juega en Qatar en noviembre, y pasaría lo mismo que con la Eurocopa: no supondría demasiado inconveniente.