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Galán y Lebrón se coronan con remontada y piden paso como bicampeones

Ale Galán y Juan Lebrón recibiendo el trofeo de campeones.
Ale Galán y Juan Lebrón recibiendo el trofeo de campeones.world padel tour

Era un duelo cinco estrellas, con la pareja más en forma y temible a un lado, Ale Galán y Juan Lebrón, y con la experiencia y saber estar en la pista de Fernando Belasteguín y el talento puro de Agustín Tapia.

Era un partido para sentarse y deleitarse, para ver dos estilos totalmente diferentes y, sobre todo, para comprobar si el 'Rey Bela' era capaz de tejer su tela de araña y enredar la electricidad que imponen Lebrón y Galán.

Y vaya si pudo, al menos en el primero, porque fue hilando e hilando hasta que la completó metiendo dentro al madrileño y al gaditano, bajándoles el ritmo, pegándose a la red y con tiros bajos, flojos de potencia, obligando a volear bajo y sin su habitual contundencia a Ale y Juan. Eso, y un punto de oro crucial, fue lo que condicionó que ese primer set (4-6) cayera del lado de Miguel Sciorilli y los suyos, quienes sabían que si el ritmo era lento, tendrían muchas opciones.

En el segundo, Galán y Lebrón salieron en tromba, dispuestos a morir con el cuchillo entre los dientes o a recuperar lo perdido, y lograron lo segundo. Su inicio, su continuación y su final fue arrollador, con un parcial tremendo (3-0) que pasó rápidamente al 4-1, único juego que lograrían los argentinos, pues otro break más consolidó el juego y las opciones de igualada (6-1).

Y en el tercero, otra vez igualada total. Los cuatro sacaron su mejor repertorio, todas sus armas, y les sirvió para mantener un nivel de paridad excelso, que llevó el partido pasito a pasito a una definición ajustadísima. Al paso por el sexto juego, todo iba 3-2 para Lebrón y Galán, con solo un break arriba merced a varios errores de Bela, que preparaba el punto de sobresaliente pero fallaba en la ejecución, algo impropio de él, y eso les restaba opciones. Tantas, que al final fueron sus rivales los que certificaron el trabajo que venían haciendo, con un partido de menos a más que les convierte en bicampeones (4-6, 6-1 y 6-4) y refrenda todavía más el hecho de que son la gran dupla de este año, los grandes rivales a batir. De momento, a puerta cerrada y en Madrid, dos de dos.